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Algodonales defiende su honor frente al ejército francés

Los vecinos de la localidad serrana y visitantes disfrutaron de la jornada cumbre de la IV Recreación Histórica de 1810, que concluirá hoy

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L a localidad serrana de Algodonales vivió ayer el momento cumbre de su Recreación Histórica del 2 de Mayo de 1810. Una fiesta en la que las tropas francesas trataron de controlar a unos aguerridos y valientes vecinos que trataban de que sus palos, rastrillos y valentía fueran suficiente para luchar contra la pólvora y los fusiles del ejército más importante del mundo, las tropas napoleónicas de principios del siglo XIX.

Esta celebración, que cada año gana más adeptos y recibe más visitantes, es la forma que tienen los vecinos de Algodonales de reconocer a sus antepasados que lucharon, en condiciones desiguales, para mantener el honor, la integridad y su independencia. En la batalla que ayer se recreó, un ejército francés de entre 5.000 y 7.000 soldados, invadieron Algodonales. Los vecinos de la zona hicieron frente a los mismos con palos, rastrillos y demás elementos rutinarios. La desigual contienda supuso la muerte de 239 vecinos del municipio y un total de 70 casas incendiadas, debido a la fuerte resistencia que mostraron al invasor, a pesar de ser inferior en número y en equipamiento para la lucha armada.

Tal es la importancia de este cruento suceso en la localidad que el propio escudo del municipio lleva grabada la reproducción de la casa del alcalde de la época, que fue uno de los fallecidos, que fue incendiada. Además fruto de la valentía y la heroicidad de los vecinos, que es lo que se rememora en estas jornadas, Fernando VII otorgó el título de Villa a Algodonales y ello significó la emancipación de Zahara de la Sierra.

La recreación de este año ha vuelto a contar con la participación de la Asociación Histórico Cultural Por la Resistencia de Algodonales y un grupo de voluntarios del municipio, además también se recibe la visita de la Asociación de la Batalla de Albuela, los Voluntarios de Madrid, la Asociación de Voluntarios de Bailén y el grupo Ahita Teatro de Montellano. Todos ellos han hecho las delicias de los miles de visitantes y vecinos que llevan tres días disfrutando de los teatros, representaciones y actos de convivencia vecinal. La representación concluirá hoy con la última representación del ataque al campamento francés y se llevará a cabo la despedida a las asociaciones participantes. La celebración concluirá con una comida popular, entre todos los visitantes, en la que se podrán degustar los guisos típicos de la zona.

Participación

Para estas jornadas los vecinos del municipio y los integrantes de varias asociaciones históricas de toda España recrean la vida del municipio a principios del Siglo XIX. Para ello unos se visten con las ropas típicas de la tierra y otros con el uniforme que vestían los ejércitos napoleónicos. Además más de 20 puestos ocupan el centro de la localidad, reproduciendo tabernas, asadores, un campamento francés y talleres de costura, cestería, chacinas, etc. Todo ello con una ambientación de 1800 y con dependientes ataviados con ropaje de la época. Hasta los vasos de las bebidas se sustituyen por vasijas de barro.

Aunque la organización fundamental parte del Ayuntamiento, un número importante de vecinos, en torno a cinco centenares, participan de lleno en las recreaciones. Unos vecinos que, en la mayoría de los casos, preparan sus propios trajes y las representaciones durante todo el año. Esta participación se comenzó a fragua en el año 2005, cuando se llevó a cabo la primera Recreación Histórica.

Como novedad de esta edición, un grupo de sesenta vecinos interpretaron ayer un teatro que llevan preparando varios meses. En concreto, interpretaron la obra El Pueblo dijo ¿No! en la Fuente Alta e hicieron las delicias de los asistentes al mismo.

Pólvora

La población serrana se encontraba ayer acompañada de una nube de pólvora que se iba acrecentando al tiempo que los cañones y las armas no paraban de repetir sus estruenduosos sonidos. Las líneas de contención que montaban los campesinos y vecinos del municipio iban siendo superadas por unos equipados soldados franceses.

Lo mejor de la recreación llegaba después de la batalla donde frances y españoles olvidaban las armas, avanzadillas y luchas en el cuerpo a cuerpo para disfrutar del placer de la charla y la convivencia acompañada de una bebida resfrescante y la rica gastronomía de la zona, entre la que destacan las chacinas.

sierra@lavozdigital.es