MEJORA. La presidenta del Parlamento andaluz quiere abrirlo más a la sociedad / A. MONTILLA
FUENSANTA COVES BOTELLA PRESIDENTA DEL PARLAMENTO DE ANDALUCÍA

«A las mujeres se nos resiste aún el poder orgánico en los partidos»

Considera que Andalucía va dos pasos por delante que el resto de comunidades en cuanto a la paridad en el Parlamento y en el Gobierno autonómico «En los diez o quince minutos que tiene la oposición en cada turno se puede decir mucho; la Teoría de la Relatividad ocupa medio folio y cambió el mundo»

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Suele pasear por la ribera del Guadalquivir, y no sólo por la bella estampa fluvial que se contempla desde Triana. «A veces, este río huele a mar», explica un poco emocionada. Esta brisa le transporta a su Almería natal. Fuensanta Coves tiene poco tiempo para la morriña. En el Parlamento, su nueva casa, debe lidiar con los celos y recelos de todos los grupos -incluido sus compañeros socialistas- para lograr uno de los objetivos que se marcó en su discurso de toma de posesión: ayudar a que el mayor número de leyes que lleguen a la Cámara andaluza se aprueben por consenso.

-Después de los actos formales e institucionales, esta semana ha presidido su primer pleno ordinario. ¿Se va haciendo ya una idea más concreta de lo que le espera en estos cuatro años?

-Ya he tenido dos plenos para darme cuenta de la enorme responsabilidad que conlleva este cargo. El ser la segunda autoridad de Andalucía, que es lo que a mucha gente le llama la atención de mi cargo, no es un simple título. La responsabilidad en el Parlamento es enorme; la presidenta debe estar atenta a numerosos procedimientos intermedios, desde la tramitación de todas las iniciativas que los grupos políticos lleven a la Mesa hasta, finalmente, su debate y votación en el pleno. Lo que no me ha dado mucho tiempo de explorar aún es el perfil institucional del cargo, porque en el Parlamento estamos ahora organizando toda la tarea para este curso político.

-Usted, tras asumir su cargo, aseguró que no quería ser una mera árbitro en el Parlamento, sino que quería participar de forma activa en los procesos de diálogo abierto entre los grupos. ¿Aún cree que podrá lograrlo?

-Estoy de convencida de que va a ser posible. Son muchos los temas que vamos a tratar en el Parlamento que serán de gran importancia para los andaluces, y el consenso entre los grupos será fundamental. Ya hemos dado pasos para que todos se sientan más cómodos. Por ejemplo, los miembros de la Mesa van a poder ejercer como tal en ausencia de la presidenta y ese es un hecho importante. En este último pleno, ha intervenido la vicepresidenta segunda del PP, controlando tiempos y turnos de palabra, incluidas las intervenciones de sus propios diputados. Lo mismo ha hecho la vicesecretaria segunda, también del PP. Se trata de que cada miembro de la Mesa asuma su papel, sin importar el grupo político al que pertenezca. También hemos alterado la cronología del Debate de Investidura, tras alcanzar un pacto todos los grupos, y eso no se había hecho antes. Son pequeños pasos, pero vamos en esa línea.

-Esas llamadas al consenso que realizaron los líderes de PSOE, PP e IU han dado paso al endurecimiento de las controversias entre los grupos. ¿Fin del consenso?

-Los parlamentos deben ser espacios vivos, dinámicos. Lógicamente, cuando un portavoz toma la palabra en el estrado, salvo el insulto, todo lo demás está permitido. Yo no he visto aún confrontación. Otra cosa es que los grupos políticos no se pongan de acuerdo a la hora de negociar una iniciativa. Yo creo que hay que diferenciar los trámites cotidianos de los grandes asuntos que llegarán al Parlamento y ahí es donde debe prevalecer el consenso entre todos, por el interés común de los andaluces.

-En su etapa de consejera de Medio Ambiente, usted venía al Parlamento para someterse a la sesión de control de la oposición o cuando se abordaban temas medioambientales. Ahora debe atender durante todos los asuntos ¿Esto implica un ejercicio mayor de concentración?

-La actividad de consejera y de presidenta del Parlamento tienen poco en común. Como consejera viajaba constantemente y como presidenta, pues estoy aquí constantemente. Es distinto, pero son dos facetas de la política muy interesantes. Yo aprendí mucho en mi etapa de consejera, y aquí me queda mucho por aprender. Me gusta hablar con todos los representantes de todos los partidos políticos para llegar a puntos en común.

-Yo me refería a que si no existe riesgo de que, de tanto oír los planteamientos de la oposición, no acaben gustándole algunos más que los de su partido, el PSOE.

-(Sonríe). En mi etapa de consejera, hemos aprobado leyes pactándolas con unos o con otros. La Ley de Flora y Fauna no tuvo ningún voto en contra, es decir, lo que ya practicaba de consejera lo tengo que poner ahora en práctica, pero de una forma más acentuada. Muchas de las enmiendas que se aceptan a la oposición mejoran el texto de una ley y eso es bueno para el común de los ciudadanos. Hay que pensar en la posición del otro y llegar a acuerdos comunes sobre aquello que, repito, mejore la ley que estás defendiendo

-El presidente de la Junta y usted misma han destacado la condición paritaria de este Parlamento. Pero luego se observa una ausencia de la mujer en la cúpula de los partidos andaluces y en sus órganos internos de decisión. ¿Aún falta para que la paridad llegue a todos los ámbitos de la política andaluza?

-Nadie puede dudar de que las mujeres andaluzas hemos dado pasos para hacernos más visibles en la vida política y social, pero hay algunos aspectos que aún se nos resisten, y uno de ellos es el poder orgánico dentro de los partidos políticos. Es cierto que aún nos queda mucho por avanzar.

-Usted ya ha tenido contactos con presidentes de otros parlamentos. ¿El peso de la mujer en esas cámaras es similar al de Andalucía?

-La primera sorpresa que me he llevado al asistir a mi primera reunión con todos los presidentes de parlamentos españoles es que es paritario; creo que hay un hombre más, pero desde luego se cumple perfectamente el criterio de la Ley de Igualdad. Lo que no han conseguido esos parlamentos es que sus cámaras ni sus gobiernos sean paritarios. Andalucía, en este sentido, va dos pasos por delante de otras comunidades autónomas.

-La anterior legislatura fue la de la aprobación de la reforma del Estatuto de Autonomía, pero en la presente toca desarrollar el grueso de los nuevos derechos.

-Me parece que esa es la tarea más importante que tiene el Parlamento en esta legislatura. Debemos aprobar cuantas más leyes mejor para desarrollar el Estatuto de Autonomía, y espero que se haga con el mayor consenso posible entre los grupos. Eso hablará muy bien de este Parlamento, de la capacidad de todos sus parlamentarios para el diálogo y, sobre todo, los ciudadanos nos estarán muy agradecidos.

-El antiguo hospital de las Cinco Llagas tiene muchas puertas, alguna de ellas inmensa, pero se accede por una muy pequeña. Usted quiere abrir la institución al exterior.

-Estamos pensando diversas cuestiones. En breve presentaremos una propuesta a la Mesa, sobre la federación de foros, para que expertos de diversos ámbitos puedan asesorar y enriquecer las comisiones en las que se debaten las propuestas. También es importante que los medios de comunicación puedan explicar de una forma ajustada los temas que se debaten en el Parlamento.

-Usted ha regalado a todos los parlamentarios un libro de Gelman con una dedicatoria que dice «un poco de poesía antes de la prosa». ¿Hace falta más calor humano?

-Yo pienso que sí. Falta más respeto entre los diputados y los distintos grupos políticos y, desde mi punto de vista, todos necesitamos un curso de oratoria para que, quien lo estime oportuno, mejore su nivel dialéctico. La manera de expresarse en el Parlamento o de debatir es nueva para muchos, y creo que sería bueno para todos dar esas nociones. En el Parlamento existe un departamento de formación. Cuando llegué aquí pregunté qué tipo de cursos se organizaban y me respondieron que inglés e informática. Yo, además, quiero incluir la oratoria.

-El presidente del PP-A se quejó en el debate de investidura de los tiempos asignados a cada grupo. ¿Ha planteado el PP alguna reforma del reglamento de la Cámara?

-Tenemos que diferenciar entre las quejas que puedan aflorar en un debate concreto a lo que dictamina el reglamento de la Cámara, que son nuestras reglas de juego, y todos los grupos políticos deben respetarlas. El PP no ha planteado nada. Es verdad que esta presidenta está siendo rigurosa con los turnos de palabra, pero está siendo rigurosa con todos los grupos políticos. Y, créame, en los diez o quince minutos que tienen los grupos de la oposición en cada turno de palabra se pueden decir muchas cosas. La Teoría de la Relatividad no ocupa más de medio folio y cambió el mundo.