El 'monstruo de Amstetten' había sido detenido en 1967 por violar a una mujer

Se ha confirmado. El monstruo de Amstetten había cometido en el pasado varios delitos sexuales. Un acta policial que revela que fue detenido en 1967 por violar a una mujer fue difundida ayer por el diario local Oön, que lo halló en el Informe Anual de la Policía de Linz, la capital del estado de Alta Austria. Aquel arresto se produjo cuando Josef Fritzl ya había sido fichado por otro intento de abusos y un delito de exhibicionismo.

Desde hace días las autoridades del estado de Baja Austria, donde se encuentra la pequeña ciudad de Amstetten, aseguraban no saber nada de posibles delitos penales pasados del criminal confeso. Han prescrito y han sido borrados automáticamente de los ficheros, tal y como está previsto por la ley del país centroeuropeo. Pero el rotativo buscó entre viejos papeles y localizó el acta en el archivo regional. Allí se guardan normalmente los documentos del tribunal de la zona, que quedan abiertos para su acceso público por un plazo de cincuenta años.

Un portavoz de la Fiscalía de Baja Austria, en cuyas instalaciones permanece detenido el acusado, indicó que el acta descubierto por el rotativo será tenido en cuenta en la acusación que se prepara contra Fritzl.

Evitar linchamientos

Günter Mörwald, director de la cárcel en la que se encuentra Fritzl, dijo ayer al diario gratuito Heute, que el acusado ha sido trasladado a una celda en solitario para evitar que sea linchado por los demás presos.

Según la legislación austriaca, el padre incestuoso puede ser condenado a un máximo de quince años de cárcel por las violaciones de su hija y a cadena perpetua si se demuestra su responsabilidad en la muerte de uno de los bebés nacidos en el zulo.

Aunque las autoridades locales afirman haber hecho todo «bien, de acuerdo a la ley», comentaristas nacionales e internacionales no cesan de expresar sus dudas sobre la adopción de tres de los hijos por Josef Fritzl y su esposa, especialmente con sus antecedentes penales ahora reaparecidos. Tres de los hijos que tuvo con su hija Elisabeth fueron trasladados por Fritzl a la casa familiar para ser educados como nietos y uno de ellos fue incluso adoptado, mientras que los otros dos fueron puestos bajo su custodia.

La madre y los otros tres hijos que sobrevivieron al martirio permanecieron toda su vida en el calabozo, sin conocer la luz del día hasta su reciente liberación.