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La ausencia de Plan Urbano provoca que la construcción se concentre en el centro
El municipio ha agotado las reservas de terreno urbanizable de las que disponía Las promotoras han decidido centrarse en la reforma de edificios antiguos
Actualizado: GuardarNo hay mal que por bien no venga. La ausencia de Plan General de Ordenación Urbana a corto plazo -el documento final tardará en ser aprobado un mínimo de tres años- ha provocado que las empresas constructoras dediquen sus esfuerzos a reformar bloques antiguos del casco histórico.
El principal motivo es que el municipio se ha quedado sin terreno urbanizable para seguir construyendo promociones inmobiliarias. Los únicos complejos que se están edificando fuera del casco histórico es el proyecto Ciudad Jardín Oasis en la antigua Nacional IV e Islas de Vistahermosa, un complejo de lujo que viene con campo de golf incluido. Es decir, se trata de urbanizaciones que no están al alcance de la clase media.
Se trata de una buena noticia para el casco histórico ya que el último informe socioeconómico realizado por el Ayuntamiento advertía que «la zona centro está perdiendo población a marchas forzadas». Según los últimos datos del censo, en esta zona viven alrededor de 9.000 personas. Además, este documento señalaba que «existen alrededor de un millar de inmuebles en estado de infravivienda sin luz eléctrica o retrete». Actualmente, existen más de cien obras de reforma en edificios del centro. Todo un récord.
Tan sólo hay que echar una ojeada a los precios para hacerse una idea del empuje del sector inmobiliario. Las agencias ofertan pisos totalmente reformados de ochenta metros cuadrados por valor de 160.000 euros, una cifra inferior al resto de distritos.
El responsable de la promotora portuense AINSE, Alfredo Moreno, ha sido uno de los primeros emprendedores en reformar pisos antiguos. Moreno comenzó hace ocho años cuando comenzó el boom del ladrillo. Actualmente, está haciendo reformas en edificios de la calle Cruces, Larga y Luna.
«Apenas queda terreno urbanizable pues lo han adquirido las grandes constructoras. No podemos competir contra ellas», explica el promotor.
Moreno considera que «el margen de beneficio siempre es menor que construir una promoción nueva pero estas obras nos están permitiendo seguir construyendo». Además, este constructor asegura que «la crisis del ladrillo ha afectado menos a las viviendas en el centro ya que se tratan de personas que necesitan adquirir una vivienda para vivir y no propietarios que compran para especular o usar como segunda residencia».