40 millones de italianos al desnudo
La publicación de los datos fiscales de todos los contribuyentes de 2005 genera un terremoto
Actualizado: GuardarTransparencia democrática o derecho a la intimidad. El debate eclipsó ayer el Primero de Mayo italiano. No tiene nada que ver con 'paparazzis' ni con famosos de más o menos entidad. Es sobre algo más tangible, sobre lo más tangible: el dinero. ¿Por qué? Porque los últimos coletazos de la presencia de la izquierda en el Gobierno de Roma se plasmaron el miércoles en la apertura a los internautas de los datos fiscales de todos los transalpinos.
No fue un error informático. Fue premeditado, como parte de una operación contra la evasión fiscal que el Ejecutivo saliente de Romano Prodi emprendió dentro de su afán por reducir el déficit presupuestario de las arcas públicas. El ministro de Impuestos, Vincenzo Visco, conocido como 'Drácula' por los italianos por razones evidentes, explicó que la intención es que todos sepan lo que declaran todos. «Íbamos a empezar en enero, pero al final decidimos posponer la información para no interferir en la pasada campaña electoral», aclaró raudo. «Se trata de transparencia y democracia. No veo qué problema hay», dijo ayer a 'Il Corriere de la Sera'.
Quien sí vio un problema fue la Agencia Nacional de Protección de Datos, que decidió suspender con urgencia la medida de Visco a las pocas horas de ponerse en marcha. Detectó «ataques evidentes a la conformidad de los afectados». Tampoco lo vieron bien las asociaciones de consumidores. «Una flagrante violación de la Ley de Intimidad y un peligro por el aumento de la criminalidad y la violencia», sentenció ipso facto su portavoz, Carlo Pieri.
Fue un efímero pero un gran éxito. Miles de internautas entraron en www.agenziaenrae.gov.it para conocer cuánto declaraba su vecino, el artista de moda, algún futbolista y los políticos. Fue divertido hasta que también comprobaron que asimismo se podía ver lo que habían ganado ellos. Los cuarenta millones de italianos que presentaron su declaración en 2005 se encontraban fiscalmente desnudos ante el mundo cruel.
Por escasas horas
Sus cuentas fueron vulnerables por escasas horas, pero ese tiempo bastó para conocer que el cómico antisistema Beppe Grillo ganó más de cuatro millones de euros ese año, que el actor y oscarizado director Roberto Benigni percibió tres y medio; y que el magnate Luciano Benetton y la actriz y escritora Luciana Littizzetto sumaron casi dos. Y, poco más, porque la curiosidad acabó por colapsar el portal.
Se fueron los datos y quedó el debate, que rápidamente se trasladó a los medios digitales. Hasta el punto de que ayer se realizaron hasta encuestas. La encargada por el diario 'La Repubblica', con 19.000 consultas, señala que un 64% se pronunciaba a favor de la iniciativa y un 34% lo hacía en contra.
La polémica está servida. Quizás se acabaría si el diario económico 'Italia Oggi', el que dio pistas sobre dónde encontrar los secretos fiscales de cada transalpino, informara también de que en el país de la bota, por ley, basta con acudir a los ayuntamientos e identificarse para tener acceso a las declaraciones de Hacienda del resto de los contribuyentes.
Pero eso, al parecer, no es del dominio público, ni tampoco del de los políticos. Guido Crosetto, miembro del partido de Silvio Berlusconi, quien encabezará el Ejecutivo recién salido de las urnas, dijo que se trataba de una estratagema de la izquierda.