EL PUERTO

Los vecinos de La Inmaculada denuncian el aumento del tráfico de drogas en la zona

Los controles policiales en las barriadas cercanas han desplazado la delincuencia La Policía tiene identificados doce inmuebles donde se venden estupefacientes

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Los vecinos del barrio portuense de La Inmaculada tienen miedo. Llevan meses denunciando que la delincuencia en la barriada «no hace más que empeorar». El último episodio ha venido provocado por el aumento de controles policiales en las barriadas anexas de Los Milagros y de José Antonio. Esta acción, que debería considerarse positiva, está perjudicando gravemente a La Inmaculada, ya que «los traficantes se están trasladando a la calle de La Montaña» y ahora son ellos los que sufren las consecuencias.

Así lo ha asegurado una de las vecinas, que dice vivir amenazada de muerte y que aguarda a que el Ayuntamiento le facilite una nueva vivienda. Lleva casi un año en lista de espera, aunque desde el Consistorio se le prometió que en seis meses sería realojada a un lugar más seguro. Afirma que la situación que está viviendo es insostenible y exige al Ayuntamiento celeridad en los trámites, ya que ni siquiera se atreve a salir sola a la calle.

Las viviendas afectadas por este nuevo foco de inseguridad pertenecen a la Junta de Andalucía y fueron entregadas a los inquilinos hace poco más de seis años. La mensualidad no supera los 50 euros y los vecinos que están luchando por recuperar el barrio aseguran que «en un principio no existían problemas de delincuencia». Pero los primeros conflictos surgieron, según explican, por una mala política de realojos y por no haber llevado a cabo un estudio social de las familias que fueron reubicados en la barriada.

Poco a poco los bloques se van deteriorando no sólo en sus infraestructuras sino también en la convivencia entre residentes. Los representantes vecinales -que por miedo, prefieren guardar su anonimato- aseguran que «son muchas las personas que viven en La Inmaculada incívicamente y sin ningún respeto por las viviendas y las zonas comunes». De hecho, hace un mes los operarios de la Junta procedieron a desatascar todas las arquetas de las casas y del patio central, ya que se habían producido graves atascos originados porque algunas personas habían llegado a arrojar por los desagües incluso teléfonos móviles ante las inesperadas visitas de agentes. Por su parte, desde la Policía Nacional se ha certificado que existen hasta 12 pisos francos de venta de droga, aunque del mismo modo, también aseguran que los controles se realizan de manera continua.

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