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Empresarios gaditanos dan el salto a la Europa del Este y Marruecos para invertir en ladrillos

El Grupo Mangle realiza promociones en Bulgaria y ha conquistado la costa próxima a Tánger La Federación de Constructores ofrece consejos para favorecer el negocio en el extranjero

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Los inversores buscan nuevos horizontes ante la desaceleración económica que ha provocado el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Toca ahora hacer maletas y buscar otros destinos donde hacer negocio a costa de ladrillos. Algunos empresarios gaditanos han puesto el punto de mira en los países del Este, Marruecos y Portugal. Un estudio reciente de la consultora PriceWaterhouseCoopers ha revelado que Rumanía, por ejemplo, figura entre los 20 mejores lugares del mundo donde invertir, estableciendo que los precios de los apartamentos en el país rumano se podrían cuadruplicar en un plazo de 10 años.

Algunos promotores inmobiliarios de la provincia han sido los primeros en dar el salto. El secretario general de la Federación de Agrupaciones de Empresarios de la Construcción (FAEC), Emilio Corbacho, confirmó a este periódico el interés por los mercados emergentes de Rumanía y Bulgaria -países que se han incorporado en 2007 a la Unión Europea- y por las ventajas que ofrecen Marruecos y Portugal. De hecho, el departamento de exterior de la federación ha mantenido contactos para favorecer las inversiones inmobiliarias en la costa magrebí y en el Algarve portugués. Medio millar de empresas españolas ya se han implantado en Marruecos, de las que una docena son constructoras. Otro de los destinos marcados es Uruguay.

Una apuesta segura

El Grupo Mangle, con sede en Algeciras, ha sido de los primeros en llevar la iniciativa de conquistar la Europa del Este. La empresa desarrolla en estos momentos tres importantes promociones de pisos en Bulgaria, en la costa del mar Negro, y la construcción de 262 apartamentos en Cabo Negro, Marruecos. La iniciativa no es fruto del azar. Es una operación de negocio muy medida. El responsable de Inversátil Internacional, Santiago López, señala que tanto Bulgaria como Rumanía se han convertido en una apuesta segura de futuro gracias a sus indicadores económicos. La economía búlgara creció en 2007 un 6,2%, «tasa que será superada en los próximos años». Los Balcanes necesitan ahora obra civil e inversión en vivienda. Su situación es idéntica a la española de hace 25 años.

Las expectativas de negocio han generado la aparición de los intermediarios. Así, Jesús Alcalá, de Best Projet, empresa dedicada a guiar inversiones, reconoce que «es un momento idóneo», ya que la mano de obra es muy barata y, por tanto, se reducen los costes. La Unión Europea inyectará a la economía de Bulgaria a través de los fondos Feder 11.000 millones de euros en los próximos seis años, mientras que Rumanía se beneficiará de 9.000 en tres.

Éste es el gancho o aliciente que buscan los promotores. El pastel de la Europa del Este y Marruecos es amplio y hay para todos. El secretario general de la Federación Provincial de Constructores incide en la reducción de costes. Mientras que el salario mínimo interprofesional está situado en España en unos 570 euros, en Rumanía es de 110 y en Marruecos no llega a los 350 euros. Esta rebaja en la mano de obra permite precios muy atractivos para la inversión. Así, en el Cabo Negro, a tiro de piedra de Tánger, se pueden encontrar apartamentos por 109.223 euros, aunque las mejores gangas se pueden hallar, por ejemplo, en Kavarna (Bulgaria), con pisos a 55.202 euros. Corbacho señaló al respecto que Marruecos ofrece un fuerte potencial de turismo residencial porque el precio del suelo es más barato. La otra cara de la moneda que ha dejado la desaceleración económica es el desempleo, íntimamente ligado a la salida de empresas al exterior para buscar nuevos negocios. La imposibilidad de crecer dentro obliga a salir fuera. El sector de la construcción tiene en estos momentos 18.748 parados en la provincia, lo que supone 4.735 más que en diciembre de 2006. El dato más relevante es que el 40% de los nuevos desempleados registrados en el último año en España son extranjeros.

jrodriguez@lavozdigital.es