La Cámara de Comercio prepara un viaje a Casablanca para otoño
Diez constructoras de la provincia han mostrado interés para internacionalizar su actividad y seguir creciendo
Actualizado: GuardarEl crecimiento de una empresa pasa por dos alternativas cuando se busca la consolidación del negocio: diversificar o salir al exterior. Se trata de una decisión clave en un momento determinado. La Cámara de Comercio de Cádiz no es ajena a estos movimientos y sabe del interés mostrado por las constructoras de la provincia a la hora de saltar al extranjero. Según la sociedad Inversátil Internacional, encargada de la gestión de inversiones en el extranjero, los primeros que han marcado esta iniciativa en Andalucía han sido Sando, Prasa, DTEA, Ingeconser, Ircosol y Grupo Mangle. Otras promotoras del país que buscaron en el exterior nuevos horizontes han sido Martinsa, Hercesa, Grupo Arranz y Grupo HI.
El responsable de Exterior de la Cámara de Comercio de Cádiz, Alfonso Osborne, confirmó a este periódico que diez empresas del sector de la construcción de la provincia han mostrado su inquietud por seguir creciendo en el extranjero. De hecho, la institución cameral prepara para el próximo octubre una misión comercial a Casablanca (Marruecos) con empresarios gaditanos. Osborne destacó a este periódico que para implantarse fuera es necesario diseñar antes una importante estrategia y, al mismo tiempo, tener muy claras las cuentas, «ya que la construcción necesita de fuertes inversiones y su actuación supone un alto riesgo, debido a la compra de materiales y a la contratación de la mano de obra». En este sentido detalló que en países como Rumanía, donde hay representación empresarial gaditana, la contratación de trabajadores es difícil, «simplemente porque no hay. Están fuera del país». De hecho el Gobierno español ha impulsado la denominada operación retorno con incentivos para las familias inmigrantes que quieran volver a su país. Esta medida existe desde 2003 y hasta el pasado año, la Administración había pagado el billete de vuelta a 3.700 inmigrantes.
El interés por invertir en el exterior ha crecido en el último año, pero desde la Cámara se advierte que la implantación en el extranjero no puede ser una válvula de escape para las empresas con problemas económicos, «porque no se trata de salir para salvar la crisis que se vive dentro».
En cuanto a los trabajos que se realizan en la Europa del Este, Alfonso Osborne destacó que las inmobiliarias españolas se dedican, sobre todo, a la rehabilitación de los cascos antiguos, a la construcción de polígonos industriales y a la apertura de nuevas infraestructuras. Por lo que respecta a Marruecos, se levantan promociones de viviendas dedicadas al turismo y también es fuerte la construcción de pisos para inmigrantes que viven fuera de su país y que vuelven por temporadas a su lugar de origen.