Error no inducido
LA cuerda del cometa de la sucesión de Chaves se le está liando al presidente de la Junta. Y es extraño. Hasta este año complejo de 2007, el prócer socialista había llevado la cuestión con solvencia y sobrado de calma y argumentos. Es como en el fútbol: «perdimos por un gol de lo más tonto», suelen repetir algunos futbolistas tras un partido en el que se mostraron netamente superiores a sus rivales. Pues lo mismo.
Actualizado: Guardar Y todo comenzó la noche del 28 de Febrero, cuando el periodista vasco Iñaki Gabilondo, incondicional de esta tierra andaluza por poderosas razones personales y profesionales, le preguntaba al presidente de la Junta, finalizando ya la entrevista en directo en el telediario nocturno, por su futuro político. Y Chaves comentó como entre dos luces, chapoteando entre la nostalgia y el afecto por Gabilondo: «¿La verdad? Me gustaría que me sucediera una mujer».
Días después, Chaves reconoció su error «no inducido», como se dice en la práctica de algunos deportes, en un acto interno de su partido. Y tenía razón el mandatario socialista: sin proponérselo había abierto de un tajo el melón de la sucesión. Es un vestigio que nos queda a los contemporáneos de las antiguas dinastías monárquicas. En realidad somos muy dependientes de las emociones, recuerdos y experiencias vividas.
Y hace dos días, Manuel Chaves insistió ante los periodistas en un receso en el Parlamento andaluz: «Estoy disponible si el partido me necesita». O sea, vuelta a empezar. Pero ante la repetida insistencia presidencial, también cabe situarse en una actitud de cautela extrema y no descartar la posibilidad de que el mandatario andaluz ande enfrascado en una operación de desmarque y aparente confusión dedicada a la oposición popular/comunista.
Pero peligro de una cornada siempre hay en política, como en el toreo y en la vida. Tras una legislatura excelente en todos los órdenes para su partido, el presidente Manuel Chaves perdió cinco escaños con respecto a los anteriores comicios (fueron 61 actas) el pasado mes de marzo.
¿Conllevaría, de nuevo, otra merma de votos en 2012 la opción socialista si Chaves fuera de nuevo candidato? Con la pérdida de dos escaños, únicamente, adiós, mayoría absoluta, adiós. Hasta ser monje tibetano ya es un riesgo cierto.