«Las prejubilaciones en TVE se han llevado como la pesca de arrastre»
El creador de 'Informe Semanal' se despidió esta semana de la audiencia con un «buenas noches y que sean felices»
Actualizado:Pedro Erquicia se despidió esta semana de la audiencia de Documentos TV con un «buenas noches y que sean felices». Sin nostalgia, dejando atrás 43 años de actividad profesional plenos y gozosos. A sus 65 años, se jubila el creador de Informe Semanal, director de distintos programas y áreas en la cadena pública. Se va uno de los primeros espadas en la lucha por conseguir, durante los albores de la democracia, un periodismo audiovisual libre y de calidad.
-¿Cómo afronta el momento de su jubilación? ¿Es un momento temido o querido?
-Ni lo uno ni lo otro. Hay una frase que me harto de repetir y es que ese término lo dejo para cuando me pongan el uniforme de pino. Mientras la salud esté bien, que lo está tanto física como mentalmente, la vida sigue. Es un paso más.
-¿Qué horizontes tiene ahora?
-El propio horizonte, amplio y sin límites hasta que todo se acabe. Ahora, si me dice qué proyecto tengo, ninguno, nada concreto.
«Coherencia profesional»
-¿Le hubiera gustado continuar?
-Yo no me acogí al ERE por una cuestión de coherencia profesional y personal. Ahora llega la jubilación por un imperativo de ley y yo, como cualquier ciudadano, la acato. Pero continuar, continúo, aunque no en TVE. Cierro un capítulo y abro otro, que es lo que estoy haciendo prácticamente desde que tengo uso de razón.
-Antes, a una persona de 65 años se la consideraba mayor.
-Ahora la vida se prolonga y a esa edad se llega en mejores condiciones de salud. Fíjese si se ha prolongado que uno de los vicepresidentes de Gobierno, Solbes, es un poco mayor que yo. Hace poco cambiaron los estatutos de un banco y de una empresa importante para que sus presidentes pudieran seguir hasta los 70 años. Uno de los candidatos a presidente de los Estados Unidos tiene 71 años. La televisión pública norteamericana ha contratado hace unos meses a uno de los más importantes periodistas, Bill Moyers, que tiene 72... Se puede vivir desde distintas ópticas y posiciones hasta que se termina la vida, siempre que tengas energía en base a la salud física y mental.
-Con las prejubilaciones se ha ido toda una generación de veteranos de TVE, más de 4.000 trabajadores ¿Qué le ha parecido esa medida?
-Las personas que han llevado a cabo la ejecución de este plan han actuado como en la pesca de arrastre. Para hacer una determinada pesca han arrasado con todo el fondo marino, y eso es muy duro para la biodiversidad y conservación del clima audiovisual.
-En la mayoría de los documentales que revisan los más de 30 años de democracia siempre aparece el momento en que el Rey está grabando el mensaje en el 23-F, momento en que el monarca le pide a usted que le indique cuándo debe hablar. ¿Cómo recuerda aquel momento?
-Visto con perspectiva, el intento del golpe fue algo tremebundo en una España que iniciaba sus primeros pasos democráticos.
Recuerdos del 23-F
-Tuvieron que hacer un largo recorrido hasta llegar a La Zarzuela con las cámaras. Fue una peripecia.
-Tardamos porque tuvimos que esperar a que se fueran los militares que tomaron Prado del Rey. Andaban por los pasillos fusil en mano. Fuimos dos coches a La Zarzuela, grabamos y nos venimos zumbando, con la incertidumbre de no saber lo que nos íbamos a encontrar a la vuelta. Ya en RTVE tardamos cinco minutos en colocar la cinta en el reproductor correspondiente. Claramente, ése es uno de los recuerdos que están grabados en mi disco duro. ¿Otros? Cuando empezamos Informe Semanal, que fue una aventura porque éramos inexpertos en el sentido de que desconocíamos el lenguaje para reportajes de 12 minutos, sin precedentes entonces.
-¿Se hace hoy mejor periodismo?
-Diferente. La propia pluralidad de medios que hay en prensa, radio y televisión, la libertad de expresión y empresarial conduce a otro tipo de periodismo. El defecto que veo ahora es que no se chequean las fuentes como entiendo yo que debería de ser.
-¿Es nostálgico?
-No. Yo no miro hacia atrás ni para coger impulso. Ese es un elemento que conduce a la depresión. Hay que ir para delante, porque la vida es horizonte y nunca se vuelve a lo ya andado.