PROTAGONISTA. Niko Belic es el personaje que conduce la trama.
Sociedad

Ser un tipo duro engancha

Llega la cuarta entrega de 'Grand Thief Auto', un videojuego de culto, polémico y violento, que confirma al adulto como cliente prioritario del sector audiovisual que más factura en el mundo reservado a los jugadores de más edad

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los que piensen que los videojuegos forman un sector industrial secundario, al servicio de unos cuantos miles de niños y adolescentes, pueden seguir engañados el tiempo que les parezca oportuno.

Hace tres años que todos los estudios señalan que la gran mayoría de los que juegan a las consolas tienen más de 20 años. El segmento de jugadoras o de mayores de 35 años no deja de crecer en cada sondeo de mercado. Fenómenos como Brain Training lo confirman, pero cada temporada aparece un nuevo título que refuerza esta tendencia: los jugadores adultos cada vez pesan más y han convertido el sector del videojuego en el segmento audiovisual que más millones factura en el mundo actualmente, por encima del cine y la música.

El masivo lanzamiento del año, el juego de la temporada, confirma la línea ascendente. Desde el pasado martes está en las estanterías Grand Thief Auto IV (universalmente conocido como GTA IV). Este título, de la productora Rockstar Games, se ha convertido en un símbolo para jugadores adultos, puesto que su venta está prohibida a menores de 18 años en países tan poblados y consumidores como Gran Bretaña y Estados Unidos. En España, también aparece la recomendación.

Este título renueva una saga que se ha convertido en juego de culto para un sector de compradores que aceptan su violencia y sus guiños sexistas como ingredientes fundamentales del género negro, puesto que la trama principal para superar una misión tras otra consiste en erigirse en un delincuente ambicioso y sin piedad que no repara en casquillos ni cadáveres de mentirijillas.

Otra forma de cine negro

La prensa especializada ha recibido esta nueva entrega como la confirmación de un título que supone, para el mundo del videojuego, lo que Casino, Scarface, Uno de los nuestros, French Connection, El Padrino o Reservoir Dogs para el cine.

Es decir, los contenidos no son edificantes, amables ni educativos, se trata de jugar a la violencia, a emular a los mafiosos y fingir el todo vale, pero si se mantiene en un contexto de ficción, sus partidarios lo dan por bueno. Los que esperan este juego son tantos que la venta estimada para la primera semana en todo el mundo alcanza los siete millones de copias.

El lanzamiento inicial (que se prevé agotado en tres días) es de 4,5 millones de copias. Para imaginar el peso actual del videojuego en la industria del entretenimiento, basta comparar esas cifras con las de la publicación de un CD o un DVD, ninguno alcanzaría esos dígitos actualmente. Sólo en las tiendas españolas, había 40.000 reservas pagadas antes de que se produjera el lanzamiento del pasado martes.

En la cuarta entrega, GTA IV, la que acaba de llegar a las estanterías de medio mundo, está di-rigida únicamente a las dos consolas de tercera generación, la PlayStation 3 (Sony) y XBox (Microsoft).

En esta ocasión, la acción empieza cuando un ex militar de Europa del Este, rebotado de alguna guerra horrenda, llega a Liberty City (Nueva York a todos los efectos) para buscar a su primo, propietario de una sórdida compañía de taxis, que debe dinero a todos los mafiosos de la gran ciudad.

El protagonista, en el que se transforma cada jugador, se llama Niko Belic (un apellido con la promesa de dar guerra)

A partir de ahí, apenas hay que superar un par de misiones para que las pistolas, los puñetazos, los bates de beisbol, los tiroteos, las chicas peligrosas y los bares poco recomendables se conviertan en elemento común de cada fase del juego. El sueño americano por las bravas y a toda prisa.

Para encontrar una fidelidad similar a un videojuego de consola, hay que remitirse a títulos como Halo 3 o las entregas de los universales simuladores de fútbol Pro Evolution Soccer y FIFA. Sólo esos nombres alcanzan registros similares a los que se han barajado esta semana.

Regalos y guiños

Los responsables de Rockstar Games saben que se dirigen a un público que se acerca más a los 35 años que a los 20, por eso rodean los lanzamientos de cierta parafernalia. En esta ocasión, la cuarta entrega llega también con una edición especial que incluye una bolsa-maleta (propia de la mejor película de gangsters) y un libro con los dibujos artísticos en los que los animadores han basado los personajes principales.

Una vez frente a la pantalla, tampoco escasean los detalles dirigidos a llamar la atención de los jugadores más allá del desarrollo de la partida. Como muestra sirve la presencia, en un nivel de GTA IV, de un icono internacional de la moda como Karl Lagerfeld. El gurú del diseño accedió a hacer un cameo en la nueva entrega de uno de títulos más vendidos del mercado de los videojuegos, a sabiendas de que su imagen será vista por más espectadores que si apareciera en cualquier película destinada al cine.

El diseñador de Channel aparece como pinchadiscos en uno de los locales más glamourosos a los que puede llegar el protagonista de la trama, acompañado de sus cómplices y enemigos.

El coleccionista y fotógrafo, reconocido por su blanca cabellera y su afición por el color negro, aseguró que esta relación con los videojuegos es el «sólo el primer paso de una larga amistad» y que cuando le propusieron participar no lo dudó, ya que «estos son los juegos de nuestros tiempos».

Es evidente que Lagerfeld se ha enterado ya de cuales son las tendencias predominantes en medio mundo. De eso vive.