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Una figura de las de antes
José Antonio Castro, con su figura y su estilo inconfundibles, se ha paseado por toda España vendiendo antigüedades
Actualizado: GuardarJosé Antonio Castro nos ha visitado hace unos días. Su forma de lucir el sombrero de ala ancha y su traje de rayas, es inigualable. Se sienta al solecillo con sus gafas de sol puestas, su bastón cerca y sus botas camperas. Ha estado vendiendo antigüedades, su oficio de toda la vida. «Ya no estoy para muchos trotes, pero todavía hago mis pinitos, señor. Lo importante es dar su sitio al cliente para vender», comenta bajo la sombrilla que puebla su rostro gracias al sombrero campero que luce.
Aunque lleva toda la vida viviendo en Sevilla, ha estado presente en las grandes capitales españolas vendiendo su género. «Allá donde podía haber venta, allí me encontraba yo con mis cuadros y mis muebles. Ahora ya te digo que no estoy para muchos trotes, porque no me puede mover. Pero mira todavía vendo algunas monedas antiguas y con eso me apaño», sostiene. Valencia, Barcelona, Madrid o el mismo Sevilla donde se le conoce por su profesionalidad dentro del ámbito de lo antiguo.
Los clientes le entran a José Antonio. «Tome, esta moneda es de Franco. Su valor es de mil quinientas pesetas, pero hoy estoy contento y por eso se la dejo por seis euros», aclara. El cliente no tiene cambio, y Castro le da la mercancía y le dice que cuando cambie vaya a pagarle las seis chapas. El entereao no aparece ni a la de tres, pero José Antonio no le da importancia. «Es igual, hijo qué más nos da a nosotros seis euros más que menos, ¿no?», se pregunta.
Y Jerez...
Jerez también ha sido lugar de ventas para nuestro hombre. «Qué me vas a decir tu de esta ciudad Mira, frente al hotel Los Cisnes había una casa de antigüedades a la que vendía yo casi todo lo que tenía. Todavía me acuerdo y eso que ya han pasado algunos años», subraya.
Y cuando se le pregunta por la Feria de Jerez y si va a venir por aquí, comenta que «tendré que hablar con el Hotel Jerez. Si tienen alguna habitación libre no lo dudes que volveré a tomarme un whisky o un champán».