«Confirmado: el vino cura la resaca»
Este mediodía me he levantado muerto, hermano. Tenía los pies reventados, la boca pastosa y el cuerpo destrozado. Me dolía la cabeza y mi estómago estaba como si hubiese engullido dos kilos de chile. Sólo me apetecía seguir durmiendo. O morirme.
Actualizado:Pero he resucitado. Y ha sido posible gracias a la Feria. Sí, así es, aunque no te lo creas. En condiciones normales no hubiese ido hoy, pero había quedado y no me ha quedado más remedio. No te imaginas la cantidad de gente a la que se conoce aquí estos días. Uno te presenta a otro, éste a otro... y así una vez tras otra. Y cuando te quieres dar cuenta has estrechado la mano de medio Jerez y, lo que es peor, tomado una copa con todos.
Bueno, a lo que iba. Que había quedado con mi amigo el fotógrafo y unos amigos suyos. Hemos llegado sobre las dos de la tarde y la Feria estaba ya de bote en bote. Había cantidad de féminas. Era el Día de las Mujeres, y se notaba. Pero es gracioso, porque no hay ningún Día del Hombre, y no entiendo el motivo. Da igual, la cuestión es que había cantidad de ellas. Iban en grupos, sin acompañantes masculinos y casi todas con sus vestidos de flamenca. No paraban de cantar, de bailar, de comer y de beber. Ya te puedes imaginar cómo se lo pasaban.
Luego había también cantidad de coches de caballos de arriba para abajo. Muchos más que los días anteriores. Precioso. ¿Menudo espectáculo! Dicen que posiblemente sean muchos más los próximos días con eso de que es puente festivo.
A lo que iba. El fotógrafo, sus amigos y yo hemos estado en plan más o menos tranquilos, sin cometer demasiados excesos. Estuvimos primero en una caseta comiendo algo para matar el hambre que teníamos. Un poco de paella, jamón, queso, unas croquetas y unos pimientos fritos. Creía que no iba a poder, por el mal cuerpo que tenía, pero no me ha costado demasiado recuperarme. Hice caso al consejo de uno de ellos y me tomé, para empezar, una copa de vino. Me aseguró que cortaba la resaca, y vaya si tenía razón. Con eso y la comida, como si hubiese resucitado.
Imagino lo que estás pensando: que qué habría hecho la noche anterior para levantarme tan mal. Pues, lo siento, hermano, pero hay cosas que no se pueden contar, pero seguro que te haces una idea.
Y como sé que te va la marcha y eres de lo más cotilla que pueda existir, te diré antes de que me lo preguntes que sí, que anoche me encontré con la chica que había conocido dos días antes en la Feria, la tal Cristina. Y que estuvimos charlando un buen rato, que lo pasamos genial y que nos reímos mucho. Tanto que hemos quedado en vernos de nuevo esta noche, porque por el día decía ella que hoy no iba a ir; prefería descansar. Y hasta aquí puedo leer, que te conozco y sé que luego vas largando por ahí.
Lo que importa es que me lo estoy pasando genial en la Feria de Jerez. Como te dije ayer, tiene algo especial, algo difícil de expresar y que te engancha. Consigue que te enamores de esta tierra. Me perdonarás, pero no echo nada de menos Austin.
Bueno, me despido ya, que voy a ducharme y vestirme para irme a la Feria otra vez.
Un abrazo.