La hostelería aplaza las contrataciones de verano por la incertidumbre económica
El sector de hoteles y restaurantes esperará hasta junio para decidir la demanda de este año Los sindicatos advierten de que muchos profesionales se irán a las islas o provincias cercanas
Actualizado: GuardarComo en casa no se come en otro sitio. El conformismo de esta frase se extiende en épocas de crisis y sirve para consolarse ante la imposibilidad de salir a tomar unas tapas o almorzar en familia el domingo. El dinero no alcanza con tanta hipoteca desbocada, el gasto en los alimentos básicos anda por la estratosfera y la gasolina o el gasóleo se pagan a precio de oro... no necesariamente negro. La hostelería empieza a notar el frenazo económico y pliega velas ante la inminente temporada de verano. Hasta que no se compruebe el alcance de la ralentización, no llegará el habitual repunte en la demanda de mano de obra en el sector.
«Aún es pronto para hablar de contrataciones de temporada. Hasta finales de junio no sabremos nada», se defiende Antonio de María Ceballos, presidente de Horeca, la asociación provincial de hoteles y restaurantes. La prudencia manda y parecería lógico esperar. La diferencia radica en que no siempre ha sido así.
En primer lugar, está el registro de afiliados al régimen de la Seguridad Social en la actividad hostelera y que en estos momentos arroja a 23.365 empleados por cuenta ajena y casi 7.000 como autónomos. Por lo general, a partir de abril el sector servicios empieza a generar empleo en la provincia, hasta el punto de que los picos de ocupación gaditanos siempre se dan entre julio y agosto. Eso sí, tanto en 2006 como en 2007, la escalada fue más pronunciada en el tramo de abril porque la Semana Santa coincidió con ese mes (con el consiguiente aumento de contrataciones en el lado turístico de la provincia), pero también se empezaba el proceso de contratación cara al verano, como demuestra el incremento progresivo de afiliaciones mes a mes en el ámbito hostelero.
Para este año el último dato disponible del Ministerio de Trabajo corresponde a marzo (la Semana Santa fue entonces), con un ligero incremento de 1.000 personas en el régimen general, un ritmo muy inferior al de años anteriores en circunstancias parecidas, cuando las primeras grandes vacaciones del año atraían a más de 2.000 personas al sistema.
Peligro de fuga
Luego está la prueba directa en las personas: «En años anteriores ya se había empezado a mover el mercado en abril, pero este año está todo parado», explica Francisco Andreu, secretario general de la federación de comercio y turismo de UGT en Cádiz. «En efecto, está todo muy parado y hay mucha gente que no sabe qué hacer», corrobora Juan Peris, responsable de Comisiones Obreras de esta actividad. Precisamente, la incertidumbre económica trasladada a la incertidumbre en la mano de obra de temporada puede acabar con una fuga de profesionales a las provincias limítrofes o incluso a las islas, «con lo que nos podemos encontrar con que no hay gente especializada si realmente esperan hasta finales de junio», advierte Peris.
La marcha de empleados, por lo demás, no sólo se explicaría por la tardanza en su contratación. El portavoz de UGT denuncia el abismo salarial que existe entre los convenios generales y particulares entre Cádiz y Málaga. «Un trabajador de una misma cadena y en un hotel de igual categoría puede cobrar 6.000 euros menos al año sólo por atender en un establecimiento gaditano y uno malagueño», explica Andreu, que añade que son muchos los profesionales de la provincia que optan por acumular dinero lejos de aquí.
Todo esto, según ambos sindicatos, termina provocando que «a la hora de la verdad, la gente más preparada no se queda en Cádiz, sino que prefiere irse a otro lado». «Después es muy fácil decir que falta personal y que no se cubre, pero nadie dice qué tipo de contrato se ofrece y si merece la pena», señalan desde UGT:
Mantener el tipo
Mientras tanto, la patronal del sector hotelero lo achaca todo a una estrategia marcada por la prudencia. «Nadie sabe cómo va a venir la temporada y no sería muy normal hablar ahora de demanda de mano de obra», subraya De María. Vislumbrar sí que se vislumbra que este año, con la crisis que le ha caído encima a la construcción, «muchos de los que se fueron de la hostelería porque pagaban mejor en el ladrillo vendrán ahora de vuelta», pronostica el presidente de Horeca.
Después está el trabajo de fondo. «Porque la verdad es que Cádiz tiene unos cimientos turísticos más firmes que otros lugares, por lo que en tiempos malos el impacto es menor», sostiene De María. «Aquí se ofrece un turismo de calidad con una demanda más fiel y eso se agradece. Lo que hay que hacer es seguir trabajando para ofrecer esa calidad», termina.
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