La escasa presencia de inmigrantes en la provincia
Cuando Miguel Arias Cañete, ex ministro jerezano y portavoz económico del Partido Popular, dijo aquello de que ya no había camareros como los de antes porque los de ahora suelen ser extranjeros no pensaba en un bar de Cádiz. Su cabeza estaría en alguna taberna en los aledaños del Congreso o de la calle Génova. Pero no en un chiringuito gaditano, precisamente, porque allí sería extraño encontrar a un profesional hostelero inmigrante.
Actualizado: GuardarDe momento, y mientras que en el resto de España las barras suelen estar en manos de extranjeros, Cádiz mantiene un nivel muy bajo de penetración ajena en su mercado laboral. Según el INE, hay unos 50.000 inmigrantes viviendo en la provincia, una de las cifras más bajas del país si hablamos de la proporción respecto a la población general.
Del mismo modo, la provincia presenta el número de contrataciones a extranjeros más reducido de España, y la movilidad es igualmente la más escasa. Los sindicatos creen que se debe a una simple cuestión de oferta y demanda. «En otros lugares, los puestos de camareros los ocupan extranjeros porque no hay españoles que quieran ese puesto, pero aquí sigue habiendo gente de sobra dispuesto a ello», señala Juan Peris, de CCOO.
