Una boliviana en la cocina
Elgui Miranda prefirió quedarse en El Puerto, donde trabaja entre fogones, mientras sus hermanos se fueron a Madrid y Valencia
Actualizado:Elgui Miranda lleva tres años viviendo y trabajando en El Puerto de Santa María, donde dentro de poco formará una familia y, por lo tanto, ratificará su compromiso de quedarse en una provincia donde la presencia extranjera es bastante menor a la media nacional.
Esta joven decidió dejar Bolivia, su país de origen, «para buscar un mejor futuro» y con mucho esfuerzo lo está consiguiendo. No vino sola a España. Le acompañaban sus tres hermanos, que decidieron probar suerte en grandes ciudades con más nombre fuera del país: dos viven en Madrid y el tercero en Valencia. Allí se han quedado y, como Elgui, no han pensado en moverse a otro lugar.
Pero Elgui se quedó prendada de El Puerto. «La primera ciudad que pisé fuera de mi país fue ésta y aquí me voy a quedar para siempre», comenta mientras está al cuidado de los fogones del bar Ermitaño, situado en la plaza del Polvorista.
Elgui Miranda se decantó por vivir en la provincia de Cádiz por el carácter abierto de su gente y porque todo es mucho más abarcable, aunque también es consciente de las dificultades que existen a la hora de buscar empleo en el territorio con mayor paro del país. Además, «siendo una mujer inmigrante, todo es mucho más complejo, sobre todo, por la falta de información», según explica.
Por ello, considera imprescindible que las administraciones presten un mayor apoyo para que los inmigrantes conozcan todas las ayudas que hay disponibles y así puedan dar el primer paso en su aventura española.
Cocina andaluza
Esta mujer luchadora sabe muy bien lo difícil que es acceder al empleo, pero por ahora está teniendo suerte. Desde que el bar Ermitaño abrió sus puertas el pasado mes de octubre ha contado con sus servicios. Primero trabajó como camarera y ahora está al frente de la cocina, «una gran responsabilidad» con la que se siente enormemente orgullosa y realizada.
Desde luego, es una experta en la comida de su tierra, pero en El Puerto ha tenido que adaptarse a la comida tradicional andaluza y ayer mismo preparaba una gran cacerola de ropa vieja. Además, ahora Elgui está de enhorabuena añadida. Y es que está amueblando el piso en el que formará una nueva familia junto a su novio. «Ahora lo tengo todo. Tengo un buen empleo, soy feliz y estoy camino de formar mi propia familia», comenta emocionada.
Bolivia ya sólo ha quedado para las vacaciones. A final de año visitará a su familia, pero ya se siente parte de El Puerto, donde espera pasar toda su vida trabajando en la hostelería. Que es lo que siempre le ha gustado.