Billar
Hay una expresión castiza que dice: Así se las ponían a Fernando VII. Esa expresión se emplea siempre para dar a entender la obsequiosidad cortesana para con el poderoso. Algunos confunden a Fernando VII con Felipe II, pero eso es por culpa de la LOGSE. Hay diferentes versiones sobre el origen auténtico del adagio. La más conocida pretende que a Fernando VII, aficionado al billar, sus cortesanos le colocaban siempre las bolas sobre el tapete de tal suerte que le era imposible fallar la carambola, y de ahí lo de «así se las ponían (las bolas)». Pretende la leyenda popular que el monarca, obtuso a pesar de todo, incluso así fallaba. El mismo adagio, en idénticos o parecidos términos, lo encontramos en otras latitudes políticas e históricas, y siempre con el mismo significado: en jugando el mandamás, las reglas se inclinan del lado del jefe.
Actualizado:Viene esta reflexión al hilo no del 2 de mayo bicentenario, que también podría ser, sino del 59 segundos de la otra noche, donde comparecía el presidente Zapatero. Para TVE 1 fue un éxito indiscutible: nada menos que 3,7 millones de espectadores, una cuota de pantalla del 19%. En su horario, sólo le ganó C.S.I.. La comparecencia de Zapatero tuvo más espectadores que Fama y que La familia Mata. Pero volvamos a lo de las bolas. Porque, en efecto, fue aparecer Zapatero y perder este programa la señal que lo caracteriza, que es precisamente el capar el micrófono a los 59 segundos de locución.
La semana pasada lo vimos hasta el abuso con Esperanza Aguirre, a cuyo verbo se le aplicó la poda sin la menor misericordia. Con el presidente del Gobierno, por el contrario, no hubo rigidez alguna, al revés: se explayó cuanto quiso sin que nadie, ni moderadora ni interrogadores, levantara la menor objeción, y sin que el micrófono menguara. Y está bien, porque así es más fácil entender lo que se dice, y de esta manera se da a la palabra la importancia que merece. Pero, hombre, o todos o ninguno, ¿no? Si la impertinencia del micrófono capador se suprime, que sea para todo el mundo.