La ayudita de Bruselas
La Unión Europea ha entrado de lleno en la campaña para las legislativas del 11 de mayo en Serbia y lo ha hecho, como se esperaba, para reforzar a su caballo favorito en la carrera, el Partido Democrático (DS) del que es militante el presidente Boris Tadic, que ayer firmó con Javier Solana el Acuerdo de Estabilización y Asociación con la Unión. Un cierto sentido de la tan alabada no interferencia en los asuntos internos de terceros y la práctica diplomática tan extendida no sirvió de nada y la UE optó por ejecutar lo que es, más allá de la jerga oficial, el primer peldaño para llegar no muy tarde al ingreso en la UE como miembro de pleno derecho.
Actualizado: GuardarFue posible porque Holanda, que sobreactuaba en este asunto, aceptó dar por abandonado su criterio de que no se podría premiar a Serbia en tanto no sea entregado al Tribunal Penal Internacional, con sede en esa ciudad, el general Ratko Mladic, que debería ser juzgado como criminal de guerra, acusado de graves delitos. El gran pecado fue la matanza de Srebrenica, en la que ocho mil musulmanes bosnios fueron masacrados en 1995 por soldados bajo autoridad de Mladic. Pero los civiles asesinados estaban bajo protección de unidades holandesas que, como se supo después, miraron para otro lado y estuvieron lejos de cumplir con su deber. Este hecho turba la conciencia nacional holandesa y está siendo exorcizado a base de poner dificultades a todo lo que sea nacionalista en Belgrado.
Pero hay nacionalistas, como el primer ministro saliente Vohislav Kostunica, que no tienen culpa de lo sucedido y, además son hostiles a la independencia de la provincia serbia de Kosovo en febrero, reconocida por casi todos los gobiernos de la UE y, desde luego, por el neerlandés. Así, hay en el gesto una especie de premio de consolación y un intento de compensar la amargura de los serbios: os quitamos Kosovo, pero os abrimos la puerta de la UE. Es posible que el acuerdo ayude a Tadic y su partido, pero tampoco es imposible que el nuevo Parlamento propicie una coalición de Kostunica (SDD) y el segundo partido del país, el Radical. ¿Y entonces?