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OBRAS PENDIENTES. Es uno de los principales problemas de las barriadas olvidadas. / T. S.
Jerez

Los delegados de Alcaldía de la zona rural se rebelan contra el Consistorio

Amenazaron con presentar su dimisión en bloque hace una semana El problema es el incumplimiento de las promesas realizadas en 2007

B. ROMÁN
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Hay situaciones que, lamentablemente, parece que no van a cambiar nunca. A pesar de las promesas y de cierto movimiento político que había llenado de esperanza a muchos, las barriadas rurales siguen siendo las más olvidadas de la ciudad. O eso es al menos lo que uno deduce después de conversar con varios representantes de estas zonas tras una semana tensa donde incluso llegaron a presentar un escrito a la alcaldesa, Pilar Sánchez, en el que la instaban a prescindir de sus servicios.

Esta especie de dimisión en bloque -como así la han calificado algunos de los implicados- se llevó a cabo tras una serie de reuniones donde los delegados de Alcaldía de 15 de las 16 barriadas rurales acordaron mostrar su malestar tanto a la delegada de Medio Rural, María del Carmen Martínez, como a la propia Pilar Sánchez.

El motivo de todo este revuelo se centró en la solicitud por parte de los delegados de Alcaldía al Ayuntamiento de dos personas que se encargaran del montaje de las infraestructuras necesarias para las fiestas de estas zonas. Esta petición, aparentemente inofensiva, se encontró con una contundente negativa que se trasformó en la gota que colmó el vaso. Para los representantes municipales (14 de ellos pertenecientes al PSOE) es fundamental que desde la Casa Consistorial se atienda este tipo de demandas, ya que aunque son pequeñas necesidades para ellos son de vital importancia.

Según diversas fuentes consultadas por este medio, el trasfondo de este problema no es otro que el incumplimiento de las promesas que, desde hace un año -tras las elecciones de mayo de 2007, cuando Pilar Sánchez fue respalda en las urnas por la mayoría de los jerezanos, muchos de ellos de zonas rurales-, los residentes de diversas barriadas aguardan pacientemente como la ejecución de diversas obras o la regularización de sus viviendas.

«El problema es que no podemos seguir callados. Somos nosotros los que damos la cara delante de los vecinos y no podemos ni debemos contarles mentiras», aseguraban a LA VOZ algunos de los delegados de Alcaldía.

Ante ello, y tras un encuentro con María del Carmen Martínez, instaron a la delegada de Medio Rural a que «eche coraje» y se centre más en las 16 barriadas rurales que existen en el término municipal jerezano ya que consideran que «a pesar de que la voluntad de la delegada es buena, las otras áreas del Ayuntamiento parecen colaborar muy poco con nosotros». Y es que insisten una y otra vez en que necesitan más atención de la Administración local, algo que la alcaldesa les ha garantizado en un escrito que les ha remitido tras conocer todo lo sucedido y donde les ha vuelto a solicitar un voto de confianza.

De esta forma, y tras la tensa reunión, los delegados de Alcaldía sí contarán con estos dos operarios que pidieron para el montaje de sus fiestas, sin olvidar que han dado un fuerte golpe en la mesa para reclamar más atención y menos pasividad ante sus problemas.