El golpe sobre la mesa

espués de esperar una semana para comprobar si hay mejoría de resultados fuera de casa, leyendo y escuchando a los jugadores decir que en Salamanca hay que ir a por los tres puntos, yo también me lo creí. El aura de motivación y de la consecución de la primera victoria de la era Esteban fuera de casa, caló entre todos los xerecistas. Al final se sigue abonado al empate fuera y a la victoria en casa. Distinto inicio, igual final. Esta vez con remontada incluida que hacía soñar con el milagro pero que, de semejante manera, terminamos empatando. Ocho jornadas sin perder es síntoma de mejoría, aunque seguimos sin salir del descenso. Este Xerez nada tiene que ver con el que vimos en navidad. También es cierto que Esteban Vigo les está imprimiendo otra mentalidad a los jugadores y que continuar sumando es positivo, e incluso a este ritmo tendríamos asegurada la permanencia. Todo eso es cierto. Pero tampoco es menos cierto que este Xerez debe reaccionar ya fuera de casa. Lo necesitamos todos, entrenador, jugadores y afición. Es como el náufrago que intenta alcanzar la costa y nunca llega, una agonía constante. Por eso el cuadro xerecista debe pegar ya un golpe en la mesa y decir de una vez por todas: Señores, aquí estamos y hemos venido (salido, mejor dicho) para quedarnos. Ese golpe en la mesa viene estrechamente ligado al devenir del equipo, que pasa por los dos partidos inmediatos que se nos presentan, Alavés y Córdoba. Ahí podría estar el presente y el futuro del club. Con dos victorias seguidas ante dos rivales directos podríamos dejar de hacer la cuenta de la vieja para sacar la cabeza del pozo y respirar. Ahora, toca seguir haciendo de Chapín un fortín y una vez conseguido, que estoy seguro de que lo haremos, alzar la mano para dejarla caer con todas las fuerzas sobre el Córdoba e infligir así el punto de inflexión necesario para salir del descenso.