Ciudadanos

Feria en Caulina (I)

En 1868, año en el que es destronada la reina Isabel II y comienza la denominada Revolución del 68, el Ayuntamiento jerezano después de arduas negociaciones con sus propietarios se hace con unas tierras de 200 aranzadas de superficie en la zona de Caulina denominadas como Hato de la Carne. Era necesidad apremiante dotar de unos terrenos amplios donde celebrar el principal mercado anual de ganados de Jerez que durante las últimas décadas había alcanzado gran auge.

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El lugar tenía buenos pastos y abundante agua para el abrevadero de los animales, siendo a la vez un lugar accesible y no muy lejano en el que los jerezanos podrían a la vez disfrutar de los atractivos que con motivo de este mercado se ofrecían. Un bando publicado con este motivo por el Ayuntamiento decía: FERIA DE GANADOS EN LA CIUDAD 29 y 30 de Abril y 1 de Mayo de 1868. Salvadas las dificultades que hasta ahora han impedido su realización y mediante solícita cooperación con los propietarios de la Dehesa, cuyas condiciones satisfacen cumplidamente las exigencias propias de aquel acto, no se han omitido medios para que corresponda a las justas esperanzas de que es objeto la población que es esencialmente agrícola, la tercera de España en orden a su riqueza.

La municipalidad de Jerez aspira en esta ocasión de natural incentivo para diversiones públicas a que preponderen entre los elementos de fiesta y recreo en no escaso número, el concurso de productos, la multiplicación de compras y ventas, la verdadera animación comercial, el movimiento de recíprocos y provechosos cambios que caractericen un gran Mercado, medio seguro de prosperidad y provechoso germen de perfección y mejora en tan importantes ramos de riqueza.

Al mercado se destinará toda la parte que se halla al norte de la carretera de Arcos en una dilatada superficie de 200 aranzadas. Las salidas y comunicaciones de dicha dehesa son tan excelentes como se comprende al considerar que por ella pasa la Cañada Ancha, principal arteria de nuestras servidumbres pecuarias. Las tierras forman el límite al oeste de los extensos llanos de Caulina, lindando con los de Juncal, Sepúlveda, las Quinientas y las del Albaladejo, todas de abundantes e inmejorables pastos que bastarán con sus fuentes, pozos y abrevaderos a las necesidades de todo ganado que concurra.

El disfrute de aquellos sin retribución alguna se autoriza desde la víspera de la Feria, quedando también asegurada la franquicia de toda clase de derechos. Comisiones especiales se ocuparán de facilitar el mayor número de ventajas de todo género a la concurrencia respecto a las reglas que han de observarse para el mejor ornato y comodidad, así como la asignación de los puestos de venta. Con respecto a los festejos públicos se harán anuncios y prevenciones oportunas, partiéndose de la absoluta prohibición de toda clase de juegos de azar.

Jerez 8 de abril de 1868- El Alcalde-Corregidor.

Como podemos desprender de la lectura de este bando, el interés comercial es el eje principal y la razón de ser de la Feria de Jerez. Después llegaría lo lúdico, la diversión, pero ello será motivo de la segunda parte de este artículo.