Cuenta atrás
Cuatro ha decidido no renovar Cuenta atrás, la serie policial que protagonizaba Dani Martín. La causa: su poca audiencia. A mí me parece que a Cuenta atrás le ha perjudicado el hecho de que su protagonista sea precisamente Dani Martín, es decir, una persona escogida por su relevancia en el fenómeno fan del mundillo musical.
Actualizado: GuardarY sin embargo, Cuenta atrás no carecía de virtudes: estaba fabricada con mimo, los guiones trataban de atenerse a las reglas del género, la evidente modestia de la producción quedaba compensada por un buen sentido del ritmo Es una lástima que un producto así, decente en términos técnicos y estéticos, se presente bajo unos ropajes que ocultan sus virtudes y subrayan sus defectos. Porque, evidentemente, Dani Martín no es un gran actor, y cuanto más se focalice en él la imagen de la serie, pero parada quedará. ¿Por qué colocar a un famoso como escaparate del comercio? Quizá porque a la productora (Globomedia) no se le ocurrió mejor manera de llamar la atención.
Cuatro ha emitido otras series dramáticas españolas de muy buen nivel: Génesis, en la mente del asesino, por ejemplo, o Los simuladores (esta última, para mi gusto, superior a la otra). Ninguna de ellas ha funcionado, es decir, ninguna ha despertado la aprobación de una cifra de público suficiente para garantizar su supervivencia. Quizá la pregunta es si una cadena que todavía está dando sus primeros pasos (y Cuatro aún está ahí) puede aplicar ese criterio de rentabilidad de una manera tan drástica: es difícil hacerse con una buena porción de público cuando uno se encuentra, precisamente, en fase de captación de público; las cifras de las series antes citadas son muy bajasen comparación con las de las tres grandes (Telecinco, Antena 3, TVE-1), pero razonables si las ponemos en el contexto de las cifras generales de Cuatro.
Enfrentados al dilema de crear una imagen de marca propia sobre la base de una determinada panoplia de productos o, por el contrario, atenerse a una cifra constante de share, Cuatro parece optar por la segunda posibilidad. Es comprensible, pero la decisión no deja de causar estragos. Y mientras, por otra parte, se ven cosas tan extrañas como la obcecación del canal en sacar adelante Cuestión de sexo. En fin, ellos sabrán.