EXPLICACIONES. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante un momento de su intervención . /ALBERTO MARTÍN
ESPAÑA

Zapatero interpreta el resultado del 9-M como un mandato para llegar a acuerdos con los populares

El jefe del Ejecutivo ve difícil sellar un nuevo pacto antiterrorista y aboga por un entendimiento tácito

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José Luis Rodríguez Zapatero asume que en la legislatura pasada cometió un error: ser incapaz de llegar a acuerdos con el primer partido de la oposición. El presidente del Gobierno aseguró ayer que en los resultados de las últimas elecciones generales ha leído el mensaje de que debe cambiar y enmendar esta actitud. «Yo lo he interpretado así y me voy a aplicar a ello», prometió.

La prioridad básica del primer tramo de la legislatura es, para el presidente, la reforma de la Justicia, la gran asignatura pendiente de su anterior mandato. Desde que el Gobierno aprobara por la vía de urgencia una reforma del sistema de elección en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), con la posición en contra del PP, los dos grandes partidos han sido incapaces de llegar a un mínimo consenso sobre la materia en cuatro años.

En una entrevista en el programa de TVE-1 59 segundos, Zapatero afirmó, no obstante, que ahora se siente «optimista en cuanto a las posibilidades de llegar a un acuerdo», no sólo para la renovación del máximo órgano de gobierno de los jueces -en funciones desde hace año y medio- sino para otras reformas encaminadas a lograr la modernización de una administración que, admitió, no está «a la altura de un país democrático».

Menos esperanzado se mostró en cambio, con la posibilidad de sellar un nuevo pacto antiterrorista en el que tengan cabida todas las fuerzas políticas. Es, a su juicio, un objetivo excesivamente ambicioso. «Quizá -apuntó- debemos marcarnos objetivos razonables, limitados; que haya un cierto entendimiento entre todas las fuerzas es posible porque todo el mundo tiene una actitud de diálogo». En todo caso, reiteró que no habrá «ningún diálogo» con ETA y que su único destino es el abandono de las armas.

Agenda

En realidad, la agenda de Zapatero está aún por definir. Desde que fue investido, se le ha podido ver poco y fuentes gubernamentales aseguran que viene una época de perfil bajo, entre otras cosas porque la mayor parte de los partidos -PP, PNV, IU, CiU, ERC- andan enredados en crisis internas. Él aseguró que estos días se ha dedicado a definir los objetivos de la legislatura y que ha delegado en sus ministros porque confía en ellos. No en vano, la gestión de problemas como el secuestro del atunero Playa de Bakio ha recaído en la vicepresidenta primera, las ministras de Defensa y Medio Marino, Carmen Chacón y Elena Espinosa, respectivamente, y el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Estos dos últimos comparecerán en el Congreso para explicar su actuación.

Con todo, el jefe del Ejecutivo optó por no hurgar en exceso en las heridas del PP. Y en lugar de opinar sobre nombres y apellidos, se refirió al proyecto. «Cuando hay un proyecto político que cohesiona y marca un rumbo de país, el liderazgo es espontáneo, emerge; esa es mi experiencia», concluyó.