Sanidad descarta que existan botellas de aceite contaminado en el mercado y levanta la alerta
El Gobierno asegura que tardará varios días en saber cuántas marcas han comercializado el producto adulterado
Actualizado:Bernat Soria garantizó ayer que no hay riesgo de que existan en el mercado botellas tóxicas de aceite de girasol contaminado y afirmó, contundente, que «yo mismo me lo tomaría en su presencia». El ministro de Sanidad y Consumo quiso, de esta manera, dar por concluida la alerta alimentaria originada la tarde del pasado viernes por el hallazgo de partidas de aceite adulterado procedentes de Ucrania. «Todo el aceite de girasol que está ahora en el mercado ofrece absolutas garantías de calidad y seguridad para los ciudadanos», aseveró en una concurrida rueda de prensa.
De la caótica convocatoria, a la que el ministro acudió junto a varias autoridades de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y de representantes de los consumidores y de las empresas del aceite, se obtuvo como principal conclusión que Sanidad y Consumo tardará varias semanas en conocer qué marcas concretas pudieron comercializar el producto adulterado. Y es que en España, subrayó el ministro, se comercializan más de 800 marcas de aceite de girasol y, hasta el momento, el departamento dirigido por Bernat Soria sólo ha facilitado un listado de unas 200 marcas sin sospecha alguna de estar contaminadas. Las restantes seguirán sometidas a investigación.
El presidente de AESAN, Félix Lobo, confirmó algunos datos que se desconocían hasta el momento, como que las partidas de aceite contaminado entraron tanto por vía marítima como terrestre, y en mayor medida de lo vaticinado. Así, según sus datos, la alerta enviada por Francia permitió detectar la entrada de 125 toneladas por carretera, mientras que las sospechas de diversas empresas del sector apuntaron a la entrada por el puerto de Barcelona de al menos otras 7.000 toneladas de aceite «sospechoso» (a falta de confirmar si estaba o no contaminado). Su hipótesis es que el producto de origen contaminado, ya refinado, no llevaba más de 10 ó 15 días en los comercios.
Soria recalcó que la alerta sanitaria ha concluido en un «tiempo récord» y que se ha registrado con prontitud el «vaciado» sanitario, es decir, la recogida de todas las botellas y recipientes susceptibles de contener aceite contaminado. De la prontitud en la gestión de la «crisis del aceite» da cuenta, en palabras del ministro, la manifestación efectuada por la Comisión Europea en el sentido de que «las medidas adoptadas por España son suficientes». «El portavoz comunitario -agregó- ha dicho que no existe ningún riesgo para la salud humana» en España.
En toda la crisis, solventada en 24 horas, el criterio que ha guiado al ministerio, especificó Soria, ha sido «proteger la salud de los ciudadanos y por eso hemos sido el país de Europa que más se ha adelantado». «Hemos puesto la salud por delante de cualquier otro concepto», aseveró. Insistió sobremanera en que no existe ningún riesgo para la salud incluso en el supuesto de que se hubiera ingerido el aceite contaminado por hidrocarburos alifáticos, toda vez que, después del proceso de refinado, la contaminación supondría entre 50 y 150 partes por millón, «seis veces por debajo de la concentración que supone un riesgo para la salud». En cualquier caso, dejó meridianamente claro que «no se ha reportado ningún caso de toxicidad ni de intoxicación».