Una caseta con mucho arte
Actualizado: GuardarLA VOZ no podía faltar tampoco a su cita con la Feria del Caballo. Vuelve a contar con caseta propia (la 123) y vuelve a confiar, por segundo año consecutivo, los servicios de barra y cocina a los profesionales de Kapote. Una alianza que supone toda una garantía de éxito y, lo que es más importante, de buen servicio. Antonio Gutiérrez, Ñoño, uno de los socios propietarios de Kapote, así lo reconoce: «La experiencia ya fue muy positiva y esperamos que esta vez sea aún mejor. Los ingredientes están y ganas no nos faltan».
Aunque la caseta abre a diario sus puertas sobre la una de la tarde, el trabajo comienza ya bastante antes. Sobre las diez llegan los cocineros se ponen manos a la obra en la elaboración de los cinco guisos del día (menudo, arroz con langostinos, paella mixta...). También dejan preparado todo para después ir sacando las tapas a medida que se vayan pidiendo. Entre sus especialidades, el Kapotito (una especie de montadito de presa ibérica, jamón ibérico y huevo de codorniz) y las albondiguillas de marisco. Sin olvidar, claro está, lo habitual en una caseta de feria, como el queso y el jamón.
Alrededor de quincena de personas trabajan a diario en la caseta de LA VOZ: cinco en cocina, cinco en barra, tres en servicios de exterior y dos controladores de puerta. eso además de los músicos. Porque todos los días hay actuaciones en vivo. Una ya después de la hora de la comida, sobre las seis de la tarde, y otra a primera hora de la noche. «Hay el flamenquito típico de Jerez, canciones de moda... Un poquito de todo», señala Ñoño. Y la ya tradicional charanga, que cada vez que hace su aparición «revoluciona al personal».
La número 123 del Real es, por lo tanto, de visita obligada para los que gusten del buen comer y del mejor ambiente.