Un anciano apaleado hasta la muerte
Actualizado:uatro encapuchados se colaron en la humilde vivienda de Antonio Romero Núñez, de 78 años, en la noche del 22 de septiembre de 2004. El anciano, que dormía con su mujer, fue sacado a rastras de su habitación mientras que su esposa era encerrada en el baño para que no viera nada. Pese a que el aspecto externo de la casa evidenciaba un estilo de vida modesto, los ladrones se llevaron un botín en metálico de 4.200 euros que el matrimonio guardaba en una caja. Era la recaudación obtenida el día anterior por una venta. Esto hizo sospechar a la Guardia Civil que los autores del crimen sabían la existencia de ese dinero. A la víctima la apalearon hasta la muerte porque se resistió a decirles dónde se encontraba el dinero. Los agentes pudieron recuperar restos de sangre e incluso colillas que habían dejado los ladrones de donde se pudo extraer el ADN. La Policía arrestó meses después a cuatro sospechosos que quedaron en libertad porque estos vestigios no pertenecían a ninguno. El caso permanece abierto sin sospechosos.