Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
ANDALUCÍA

Un condenado a doce años por abusos a una menor elude la cárcel por tener un trabajo

La Audiencia de Sevilla autoriza la excarcelación provisional hasta que se pronuncie el Supremo porque cuenta con domicilio fijo y una familia

EFE
Actualizado:

La Audiencia de Sevilla ha autorizado la libertad provisional de un hombre de 32 años sobre el que pesa una condena de 12 años de cárcel por agredir sexualmente a una niña, ya que el acusado ha recurrido la sentencia ante el Tribunal Supremo, está localizado y tiene trabajo. El acusado D.F.S. fue condenado por abordar con su vehículo, el 9 de enero de 2007, a una niña que regresaba del colegio y encajonarla entre un muro y unos cubos de basura, donde la agarró fuertemente por el brazo y le introdujo un dedo en la vagina, tras lo cual se masturbó. Luego exigió a la menor que le diese un beso y, al negarse, la forzó de nuevo hasta conseguirlo y le advirtió que, como dijera algo, la iba a matar.

Por estos hechos fue condenado en diciembre de 2007 a 12 años de cárcel, motivo por el que la acusación particular que ejercieron los padres de la menor solicitó su ingreso inmediato en prisión.

En la vista celebrada la Fiscalía defendió que el acusado continúe en libertad ya que tiene trabajo, domicilio fijo y una familia, con un hijo de corta edad, y carece de otros antecedentes penales. Además, la condena no es firme porque ha sido recurrida en casación ante el Supremo.

El acusado permaneció encarcelado por estos hechos durante cinco meses, desde su detención el 10 de enero de 2007 hasta el 11 de junio. Aunque el procesado negó en todo momento haber cometido la violación, la sentencia se basó en las «declaraciones monocordes» de la niña desde el primer momento sobre la forma en la que ocurrieron los hechos, además de que los primeros datos que dio sobre su aspecto físico coinciden con el acusado, al que reconoció en dos ruedas de identificación.

Junto a ello, la niña aseguró que el acusado usó un coche Citroen Xsara con determinados números de matrícula, de los que solo hay tres matriculados en Sevilla, el del acusado y otros dos. Junto a los 12 años de cárcel, la sentencia le impuso el pago de una indemnización de 15.000 euros a la víctima porque desde que ocurrieron los hechos «está en tratamiento psicológico, teme salir sola a la calle y sobre todo a los hombres».