Españolear
Ensalzar a España, alardear de español, en el extranjero, según la R.A.E. Jerezanear no aparece en el diccionario. Pero durante mi estancia en Gerona hace unos días aproveché la oportunidad para hablar de lo nuestro, y fue en un restaurante de cierta categoría al que fuimos invitados. Por cierto, que en la mesa sólo estábamos dos hombres y como diría un catalán, en el punto de mira, ya que completando los ocho comensales había seis mujeres.
Actualizado: GuardarEn esas tierras españolas se siente uno tan a gusto que te puedes extender en tus expresiones, máxime si con la charla bebes un buen rioja. Fue ese el momento de «jerenazear». No tuve más que romper el silencio y presentarme: «Yo soy de Jerez». Los demás explicaron su procedencia, había dos que eran de Badajoz, otras de Santander, un mallorquín y dos catalanas. Decir que eres de Jerez llevó consigo que los comensales mencionaran el Circuito. Por supuesto, aproveché la oportunidad para hablarles de otras grandezas como el vino, la Ciudad del Flamenco, las peñas flamencas y la cuna de este arte arraigada en nuestras calles. Pero cuando les hablé de la Feria del Caballo me explayé. No hay parangón con la de Sevilla, que sí, muy grande, y con una enorme portada, pero que Jerez es otra cosa. Aquí no hay farolillos de papel, lo que hay son cientos de miles de bombillas, que las casetas están fabricadas con portadas alegóricas a fincas y cortijos, que la Feria de Jerez es para todo el mundo. Ninguna caseta está vedada para el forastero, que el Parque González Hontoria es el sitio ideal para esta fiesta. Después no tuve más remedio que referirme a la población que la compone con más de doscientos mil habitantes. La vedad que es les llené de tantas cosas de mi tierra que quedaron en visitarnos en estas fiestas. Jerezanear. Cuesta tan poco hacerlo, y es tan bonito que merece la pena llenarte de orgullo y hablar de nuestra tierra.