El Gobierno rebaja ocho décimas la previsión de crecimiento, hasta el 2,3%
La tasa de paro llegará al 10% en 2009, aunque considera que puede evitarse la destrucción neta de empleo Solbes confía en que las cuentas públicas vuelvan a tener superávit
Actualizado:El Gobierno decidió no esperar más, y ayer recortó de forma drástica la previsión de crecimiento. La economía española avanzará este año y el próximo a un ritmo del 2,3%, el más bajo del actual ciclo. Para encontrar una tasa inferior habría que remontarse a la dura crisis de 1993 -cuando se produjo una recesión, con caída del Producto Interior Bruto (PIB)- si bien los cambios introducidos en la estadística hacen difíciles las comparaciones.
Es bastante probable que la economía española siga creciendo algo por encima de la media de la zona euro -el 28 de abril tiene prevista Bruselas una revisión de sus proyecciones- pero habrá que esperar a 2010 para ver la luz al final del túnel. Y eso si las circunstancias no se tuercen porque, como reconoció, con ironía y pesimismo, el vicepresidente segundo Pedro Solbes, «toda previsión está muerta el mismo día que sale a la luz».
El responsable económico, que comunicó esta revisión al término del Consejo de Ministros, anticipó que la tasa de paro subirá sensiblemente en el bienio, hasta alcanzar un máximo del 10% el próximo ejercicio, pero añadió que la mala racha económica se saldará sin destrucción de empleo. Confía en que la propia desaceleración rebaje las expectativas del mercado laboral -la entrada de inmigrantes está muy condicionada por la oferta de empleo- y, con ellas, el crecimiento de la población activa. En ese nuevo marco, la creación de 200.000 puestos de trabajo anuales -resultante de modestos aumentos del 1,2% este año y del 1,1% el próximo- debiera bastar para mantener cierto equilibrio.
El saldo de las administraciones se resentirá, sin duda, en la nueva situación. Habrá superávit en las cuentas del Estado también en este ejercicio, comprometió Solbes. Y el responsable económico destacó que, durante dos o tres años, está garantizada la estabilidad de las cuentas públicas. La buena noticia de este escenario de parón económico es que, según las estimaciones del Gobierno, la inflación estará a finales de año en España por debajo del 3%, frente a un crecimiento de los precios del 4,5% en los últimos doce meses.
Las causas
Solbes explicó que esta revisión tiene como causas las turbulencias financieras internacionales, el importante encarecimiento de las materias primas y de los alimentos, la ralentización de Estados Unidos y, de puertas adentro, un impacto en el mercado inmobiliario más fuerte de lo previsto, derivado en parte de los problemas de acceso al crédito.
Economía ha construido el nuevo marco desde unos parámetros sensiblemente más duros. Ahora piensa que el barril de crudo rondará de media los 98 dólares, mientras que el euro seguirá fuertemente revalorizado, con un canje de 1,54 dólares este año y 1,56 dólares el próximo.
Las tensiones de los tipos de interés proseguirán en este ejercicio -en el que supone tipos del 4,5% y 4,2% a corto y largo plazo- para ceder de forma notable en 2009. Sin 'mojarse', y con base a los mercados de futuros, el Ministerio estima que el precio de referencia del dinero bajará, para quedar en el 3,6% a corto y el 4,3% a largo plazo.
El crecimiento previsto para este año es inferior en ocho décimas a la estimación anterior e incluso se queda ligeramente por debajo de las previsiones del Banco de España, aunque todavía se sitúa por encima de las estimaciones de organismos financieros internacionales y servicios de estudios privados, cuyas estimaciones rondan el 1,8%.
El frenazo es más que considerable si se tiene en cuenta que la economía viene de experimentar un aumento del 3,8% en 2007 y tasas superiores al 3% desde 2002. En este último año se produjo un bache, secuela del pinchazo de la burbuja tecnológica, que siguió a un lustro de fortísima expansión.
La nueva foto de la economía española refleja menores crecimientos en todos los componentes del PIB. El consumo final de las familias tendrá este año una expansión del 2,2% -seis décimas menos de la estimación anterior y un punto menos que en 2007- y repuntará muy lentamente en lo que resta de década.
No ocurrirá lo mismo con la inversión, que si bien va a experimentar un fortísimo frenazo este año y el próximo -al pasar del 5,9% de incremento en 2007 a apenas el 1,5%- emprenderá una escalada que tendrá continuidad hasta 2011.