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«Me hace ilusión ser el entrenador del año que viene, pero no hay prisa»
Procopio, que termina contrato en junio, sabe que se juega su futuro en estas «ocho finales» y no va a permitir «que nadie se relaje porque el Cádiz debe acabar lo más arriba posible»
Actualizado: GuardarRaúl Procopio sigue sorprendiendo a propios y extraños. Ayer, el técnico cadista sacó a relucir su carácter para poner en alerta al vestuario. Confirma que habló con los futbolistas antes del entrenamiento para dejar claro un mensaje: aquí no se relaja nadie. La piedra con la que tropezó Calderón no hará saltar por los aires la ilusión del nuevo técnico.
-No parece el mismo Cádiz con el que se encontró hace dos semanas
-Después de estas dos victorias, el equipo trabaja con más alegría y el ambiente es más distendido. Pero no podemos confundir esta alegría con relajación. La sonrisa tiene que reinar pero el trabajo ha de continuar.
-Ese es el miedo de todos. ¿Teme que los futbolistas se relajen, ahora que está prácticamente asegurada la permanencia?
-Precisamente, hoy (por ayer) hemos hablado de este tema antes de empezar la sesión. No voy a permitir que nadie se relaje, pues los jugadores se deben al club hasta el 30 de junio y hay que dar el máximo nivel como profesionales. Si se relajan, pues irán saliendo del equipo, porque en la plantilla hay 25 ó 26 futbolistas. Quien crea que estamos salvados, se equivoca de pleno.
Pitoniso
-Ha acertado los resultados de las últimas jornadas, ¿se atreve a vaticinar el marcador del próximo encuentro?
-No. En el fútbol hay que escribir la historia cada día. Nos centramos en el Sporting, que es el equipo que marca el ascenso y vendrá a dar bocados. Llegan con una motivación tremenda y dispuestos a robarnos en nuestra propia casa, y eso no lo podemos permitir en Carranza. Si merecen ganarnos, pues le daremos la enhorabuena, pero el Cádiz debe vender la derrota cara siempre.
-Otra vez se empieza a mirar hacia arriba desde parte del cadismo.
-No me parece mal que el aficionado haga cuentas, pero el futbolista debe ir partido a partido porque no conozco a ningún equipo que gane sin bajarse del autobús. Los dos encuentros en los que hemos vencido nos ha costado mucho esfuerzo y sacrificio. Como nos pensemos que esto será un paseo o que el camino ya está andado, nos volvemos a equivocar.
El futuro
-¿No le sorprende que haya quien piense todavía en el ascenso? ¿Puede eso perjudicar al equipo?
-Sinceramente, no me preocupa. Si la afición tiene la ilusión del ascenso, que continúe con ella, porque esas ganas y alegría llegan al equipo. Pero a a vez la gente debe entender que venimos de una situación complicada porque no siempre tendremos acierto. Ellos que se diviertan, y nosotros iremos pasito a pasito.
-De todas formas, aunque la salvación esté casi atada, muchos futbolistas y el propio técnico se están jugando su futuro.
-Por eso lo que quiero es que no ocurra la relajación. Lo digo ahora, que las cosas van mejor y no hemos conseguido la permanencia. Garantizo que no va a haber relajación. No creo que en el vestuario piensen eso porque ya se lo he hecho saber.
-¿Y qué piezas va a tocar para mantener la intensidad?
-El resorte es muy simple: no conozco a nadie que vaticine que pasará en los próximos partidos. No sé lo que ocurrirá. Y aunque esté todo hecho, el Cádiz es mejor que acabe cuarto a que acabe quinto. Es lo que tenemos que brindar a la afición.
Autoestima
-Con la losa que se ha quitado ahora, ¿puede verse en breve al verdadero Cádiz?
-No sé dónde está el techo de este equipo, pero menos de lo que se ha hecho no se puede pedir. Ese creer en ellos debe ir creciendo. En el mismo partido ante el Numancia el equipo fue creciendo y superando situaciones. Deben creer que son un buen equipo.
-¿Se ve más cerca de ser el técnico del año que viene?
-Ahora mismo sólo sé que tengo que arreglar mi situación de aquí al 30 de junio (cuando finaliza contrato). No tengo ninguna prisa, pero sería falso si dijera que no me hace mucha ilusión ser el entrenador del año que viene. Lo que pasa es que esto tiene un proceso que no depende en un 100% de mí y hay que esperar.
-Espárrago está en España ¿le supone alguna presión? ¿Su sombra es demasiado alargada?
-Presión ninguna, ni siquiera lo sabía. Es gran persona y amigo. Si quieren que sea el entrenador del año que viene, pues perfecto. Yo sé quién soy y adónde voy, y creo firmemente en mi trabajo. Otra cosa es que me den la confianza.
-¿Le da pena que el partido de Los Pajaritos no fuera televisado?
-Si la gente hubiera visto por televisión el encuentro ante el Numancia, cómo se creció ante un equipo con todo a favor, seguro que se engancha. Pero la afición está ilusionada, se nota.
-Por fin triunfó la estrategia.
-Cuando uno cree firmemente en las cosas, es más fácil que salgan. El partido de Soria estaba muy enconado, y era la mejor forma de desequilibrarlo.
-¿Los jugadores tienen la sensación de que se ha tirado el año?
-Todavía el año no está tirado del todo. Podemos pegar un arreón final y acabar ilusionados. Y luego Dios dirá. Yo no concibo una persona que se vista de corto para salir al campo y pierda el tiempo.
-Sabe el deseo de la grada de que salgan futbolistas del filial, pero ¿se puede tirar de cantera ahora?
-Se puede tirar de ella para llamar a un jugador en concreto. No saco a Fornell para callar bocas, sino porque no tenía más medio centros y pensamos que podía darnos un buen caldito. No es sacar por sacar, sino porque lo necesita el equipo. Además, para mí todos los que vienen a entrenar son de la primera plantilla.
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