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AMENAZA. Un avión de la compañía Spanair despega.. / EFE
Economia

Los pilotos de Air Europa y Spanair se revelan y amenazan con ir a la huelga

Denuncian maniobras y falta de información de sus respectivas empresas

JULIO DÍAZ DE ALDA
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Se acerca el puente de mayo y el cielo español está al rojo vivo. Los pilotos de Air Europa y de Spanair, muy molestos por distintos motivos con sus respectivas compañías, están a un paso de desenterrar el hacha de guerra e ir a la huelga. Mientras, los comandantes de Iberia, tradicionalmente más conflictivos que los primeros, negocian sin hacer demasiado ruido su convenio colectivo. La actual amenaza de paros recuerda, en parte, a la demostración de fuerza que hicieron en verano de 2006 los pilotos de la aerolínea de bandera ante la creación de Clickair, que obligó al Ministerio de Fomento a intervenir entre las partes para buscar la paz social. Son problemas diversos, pero la consecuencia final es la misma: la huelga.

Los ánimos están más caldeados que nunca en Air Europa. Los pilotos de la compañía de Globalia ya han iniciado los trámites legales para poder dejar los aviones en tierra. Su preocupación es la intención de la empresa de abrir una segunda marca (que ya tiene nombre -Universal Airlines- y que podría ser de bajo coste) con la que «vaciará de trabajo y desarrollo Air Europa», afirma uno de los comandantes.

Fuentes del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) explican que la plantilla de Air Europa hizo en su día «muchas concesiones» y soportó un intenso expediente de regulación de empleo (ERE) pero, a cambio, cerró un convenio en el que se señalaba que cualquier crecimiento de Globalia se haría mediante el personal de la aerolínea. El proyecto de Universal supone, según los afectados, «renunciar a cualquier proyección profesional y ver cómo la expansión se hace por fuera de la compañía violando lo que dice el convenio».

Entre los pilotos de Air Europa toma fuerza la idea de presentar la solicitud formal de huelga ante el Ministerio de Trabajo en los próximos días. Aunque el colectivo se siente engañado y no son pocos los comandantes que quieren que su paro se haga notar cuanto antes, parece que la movilización podría plantearse para después del puente de mayo, primero a través de paros en días alternos y, en caso de que no se encuentre una solución, mediante acciones más notorias.

Globalia ha mostrado su sorpresa por el malestar de los pilotos y ha asegurado que Universal Airlines es un «proyecto personal» del presidente del grupo, Juan José Hidalgo, del que aún se desconoce desde el accionariado hasta el plan industrial.

Silencio

En Spanair el conflicto es otro. Desde que el pasado año su propietaria, la escandinava SAS, pusiera en venta la aerolínea -en un proceso en el que parece que sólo queda como pujador Iberia-, la plantilla no ha sabido «absolutamente nada». Así lo denuncia un comandante que advierte a los nórdicos que «no abusen de la serenidad que se supone debería tener la plantilla en un momento de transición para negarle una información esencial y necesaria. No vamos a callar eternamente y si nos fuerzan lo haremos (la huelga)», afirma

Además, los pilotos aseguran que SAS parece no querer saber nada de ellos. El colectivo advierte que «lo peor para vender es ir con lío a la firma del contrato. Esto se está empezando a pudrir y a lo mejor SAS se ha metido en un callejón sin salida», afirman.

Y entre lío y lío, los pilotos de Iberia negocian desde hace meses con la más absoluta discreción su nuevo convenio colectivo. Las antaño tensas relaciones entre las partes parecen haber remitido al acceder Justo Peral a la dirección de la sección sindical del Sepla en Iberia, en sustitución de Bernardo Obrador. Las cosas, dicen los comandantes, «van bien, pero nunca se sabe».