PINCHITOS MORUNOS

El rebozado, deporte olímpico

Iba a hablar hoy del tema del empeño del Ayuntamiento de Cádiz por subir el número de habitantes de la ciudad aunque sea empadronando hasta a las caballas de La Caleta y si van con piriñaca, pues las declaran familia numerosa y Teófila se hace una foto con la caballa entregándole la Constitución... pero no tengo ganas.

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Hoy quiero hablar de cosas importantes: la merluza rebozá. Llevo tiempo estudiando la merluza rebozá y he llegado a la conclusión de que la práctica del rebozado, en su modalidad de merluza, debe ser declarada cuanto antes deporte olímpico y hasta mostrarse en Pekín, aunque sea como deporte de exhibición. Oé, no es deporte olímpico el waterpolo, porque no va a ser el rebozado, si al fin y al cabo son casi lo mismo: Un elemento que se sumerge un medio líquido en el que moverse (el agua y el aceite) y un fin a conseguir (el gol y jamarse media ración).

En Cádiz hay muy buenas merluzas rebozás. La niñez de muchos gaditanos no está unida al muñeco Chacolín ni a ir vestido de Primera Comunión en la procesión del Corpus, los verdaderos gaditanos y gaditanas (homenaje a Bibiana Aido) vivieron sus inigualables momentos de felicidad cuando se mancharon de mayonesa sus barbillas con la merluza rebozá de Las Palomas. Pero si existe la merluza rebozá llevada a la categoría de fritura divina está se encuentra en El Puerto de Santa María en casa Paco Ceballos. Yo le digo a Pepe Blas, el concejal gaditano, que el único premio que aceptaría por empadronarme en Cádiz es media ración de pavías de merluza en casa Paco Ceballos. Déjense de tonterías los poetas, el sonido más sugerente que se puede escuchar en la Bahía de Cádiz es el crujir del rebozado. El rebozado no es deporte fácil de practicar. Hay que ser meticuloso en la preparación de la masa, ni muy líquida, ni muy pastosa, es necesario lograr el punto de aceite y luego hay que conseguir un dorado de la fritura mejor que el de la canastilla del paso del Cristo de la Palma. Ya que en Cádiz no somos una potencia en waterpolo, un gaditano no puede salir por televisión con ese gorrito que te quita todo el glamour, si podríamos triunfar con nuestros rebozadores de merluzas. Al lado de la merluza rebozá gaditana, la tempura que hacen ahora los cocineros finos, que les da vergüenza lo del pescao rebozao, no vale ná. Antonio Fernández, que repite como consejero de Trabajo y que lidió de forma brillante toros como el de la General Motors, debería estrenar su nuevo mandato con una media moción, o mejor media ración, por vía de urgencia para declarar como deporte olímpico el rebozado de merluza y propongo que la primera fritá se haga en el pebetero de la plaza España, mira por donde por una vez iba a estar encendido e iba a servir para algo.