LA ROTONDA

La frivolidad cívica

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El PSOE de Zapatero y el PP marchan a velocidades diferentes. La forma de gobernar de los nuevos socialistas está pasando por encima de los populares como un tsunami, dejándolos aturdidos. Y todo ello porque no terminan de comprender cómo es posible que ese modelo de gestión socialista, tan apartado de los conceptos políticos tradicionales, tenga tanto éxito. El abuelo respeta la forma de vivir de su nieto, pero no siempre acaba de entenderla.

El equipo de ZP ha sabido adaptar su política al estilo de las neogeneraciones, aquellas que han nacido y crecido a golpe de petit suisse en una sociedad del bienestar capaz de alimentar su ego hasta el extremo. Lo importante es lo que yo quiero hacer en mi vida y no lo que esperan de mí. Ésa es la gran diferencia entre los hijos de la transición y los de la democracia, que algunos escenifican en la metáfora de los furiosos tigres frente a los cándidos pandas. Sean pandas o bambis, lo cierto es que ZP ha entendido el mensaje y por ello maneja con maestría el arte del golpe de efecto, de la frivolidad cívica, que no es más que convertir lo anecdótico en lo esencial. Y al revés. Por ello ahora el país habla del bombo de la ministra Chacón, porque es divertido, porque es provocador, porque es gamberro...¿je, je! Y por eso es importante.

En esa economía del esfuerzo es fácil el reciclaje del lenguaje para convertir en una buena noticia -¿gratis total!, dicen- la ampliación de los plazos de la hipoteca, pese a que asfixia aún más a las familias a medio plazo y protege a la poderosa banca de un aluvión de impagados. O que parezca un regalo que el Estado te devuelva lo que es tuyo, los 400 euros. O que después de que media España esté endeudada por el precio de la vivienda ahora el Gobierno salga en ayuda de los sufridos constructores y pague con dinero de nuestros bolsillos obras civiles con las que sacarlos a flote.

Y eso qué importa... mientras me den 200 euros en julio y amplíe el plazo de mi hipoteca diez años más... Ni siquiera Manuel Chaves puede seguir a ZP en su cruzada traviesa y ha optado por lo de siempre... hombres de confianza a su alrededor, cuota femenina y reparto provincial. Le ha faltado un nombramiento llamativo... aunque ya lo es que renueve su confianza en Antonio Fernández por su gestión con la crisis y el cierre de Delphi. Eso es un ejemplo de política tradicional: 3.000 despidos, pero bajo coste electoral.

Petit Bibiana lo ha entendido bien: un hombre al frente de la lucha para erradicar la violencia contra las mujeres. Es el bucle de la contradicción lógica como nueva forma de hacer y participar en la política. La deconstrucción de la política. La tortilla de patatas deconstruida puede parecer extraña, pero no por ello deja de estar exquisita. Algo así ocurre con el modelo del PSOE: puede parecer extraño, pero no por ello dejará de recibir el apoyo electoral. Todo lo contrario.

TRES. Esta semana que termina se han podido leer en LA VOZ informaciones sobre cómo la falta de suelo agrava el déficit de guarderías en el casco antiguo; la lista de espera de más de 250 niños de Cádiz en los cursos de matronatación, o el enfrentamiento entre la Junta y el Ayuntamiento de Cádiz por no ponerse de acuerdo sobre cómo instalar una rampa que permita a vecinos impedidos de Patio de la Alegría el lujo de salir a la calle. Son tres problemas que demuestran cómo detrás del día a día político hay una ciudad que late y que necesita medidas para mejorar su calidad de vida. Justificar todas las carencias en la falta de suelo en Cádiz es, además de una perogrullada, una demostración de falta de imaginación y de eficacia. Quizá lo mejor sería convertir lo que el Ayuntamiento considera un problema en una oportunidad. No es impensable, teniendo en cuenta sus reducidas dimensiones, imaginar una ciudad con banda ancha de internet gratuita, microinstalaciones deportivas de barrio y parques infantiles, eliminación de barreras arquitectónicas, pleno acceso a guarderías y atención a mayores -a pesar de la irresponsable dejación que en estas materias hace la Junta de Andalucía-, así como un entorno empresarial que facilite la llegada de compañías blancas y la creación de empresas de I+D+i. Si en Cádiz se sabe vivir bien, no estaría mal que cada vez se pudiera vivir mejor.

DOS. Antonio Calderón deberá estar pensando aún los motivos que desencadenaron su salida del Cádiz. Una opinión: mientras el club no imponga su autoridad ante el clan de jugadores que controla el vestuario y el propio club, los entrenadores seguirán desfilando. Unos por enfrentarse a ese clan -Oli o Jose-, otros por someterse a él -García Remón y Calderón-. Qué camino preferirá tomar Procopio

UNO. La Comisaría Provincial debería evitar la imagen de descontrol que está dando en el caso de las violaciones ocurridas en 1995. Sólo contribuye a generar inseguridad y desconfianza en la ciudadanía y sobre todo en las víctimas.

CERO. Qué firmeza demostró la delegada de Medio Ambiente, Gemma Araujo, para derribar una casa en Los Alcornocales. Qué pena que no tenga la misma con Montenmedio y Las Beatillas. Cosas del poder. Y del distinto rasero.