NATASCHA se abanica durante una rueda de prensa. / AP
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Natascha Kampusch, la joven secuestrada durante 8 años, fue usada como esclava sexual

Las autoridades austriacas impidieron investigar los archivos de su captor por si implicaban a algunos políticos

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El acta NR. 222 UR 59/03-K abarca 200.000 páginas, ocupa la memoria de 166 ordenadores y su contenido es una mezcla de explosivo y dramático. El documento, conocido también con las iniciales N. K., ofrece nuevos detalles del secuestro de Natascha Kampusch y el resultado de las investigaciones de la Policía después de que la joven austriaca lograra huir de su cautiverio en agosto de 2006 tras ocho años retenida.

El acta contiene informes sobre interrogatorios, declaraciones de Natascha, detalles sobre la perversa vida de su secuestrador Wolfgang Priklopil y la existencia de fotos y vídeos que demuestran que la joven fue utilizada como una esclava sexual por el hombre que la raptó cuando tenía 10 años.

Hasta el viernes, el contenido del documento había sido mantenido en secreto, pero manos interesadas y desconocidas filtraron un par de páginas al periódico gratuito austriaco 'Heute', que realizó un amplio despliegue en el que revelaba nuevos y escalofriantes datos del secuestro. El contenido de lo ofrecido por el diario no ha sido desmentido por la Fiscalía, pero sí ha desatado una gran polémica que no se descarta llegue a tener consecuencias políticas. Según 'Heute', las fotos y vídeos encontrados por la Policía en un archivo electrónico de Priklopil no fueron analizadas por los expertos al recibir, según el periódico, «órdenes de arriba» para no hacerlo.

La existencia de todo el material gráfico fue revelada por primera vez por la revista alemana 'Stern', dos meses después de que la joven lograra escapar. El semanario aseguró entonces que Priklopil tenía contactos con el ambiente sadomasoquista de Viena y que había convertido a Natascha en un objeto sexual para ganar dinero con ella. «Probablemente filmó y fotografió a su víctima en escenas brutales para luego venderlas», recogía la publicación germana. «La joven era esposada, humillada y golpeada en presencia de varias personas», añadía 'Stern'.

Pero lo que no descubrió la revista alemana fue lo aportado por 'Heute': que la Policía tenía la consigna de destruir algunas fotos y dos DVD que podrían haber revelado la identidad de terceras personas que participaron en las torturas a Natascha. Los agentes tampoco fueron autorizados a ver las imágenes y se les prohibió abrir investigaciones criminales sobre posibles cómplices por el riesgo de que salpicaran a algunos políticos, a las puertas de las elecciones generales austriacas.