El Portuense no debe bajar la guardia ante un Lucena divorciado con el césped sintético
Sanlúcar, por sanción, y Sambruno, que se tuvo que retirar lesionado en Talavera, bajas seguras; Velázquez y Suárez arrastran problemas y son duda Los de Nene Montero no han ganado desde que cambiaron de terreno de juego
Actualizado: GuardarEl Lucena es la espada de Damocles del Portuense. Si el equipo rojiblanco pincha en este partido, llegará con muchos apuros a la recta final liguera en la que ha de medirse a Lorca, Mazarrón y Marbella, tres rivales directos por la permanencia (antes deberá visitar a un Granada que lucha por meterse en fase de ascenso). En cambio, una victoria local le permitiría acercarse a la barrera psicológica de los 46 puntos, la frontera matemática que marca la diferencia entre la permanencia y el descenso.
Aunque parece que esta espada de Damocles no está últimamente muy afilada. Y es que el equipo que entrena Nene Montero no ha logrado ganar desde que tuviera que trasladarse hace unas semanas a un campo con césped artificial, por obras en el antiguo Municipal. Esta debe ser la baza con la que jueguen los de Orúe para aprovecharse de las debilidades de su rival y sacar tres puntos que son muy importantes.
Bajas por ambos bandos
Para afrontar este trance vital, Carlos Orúe no podrá contar con Sambruno, que tuvo que retirarse en Talavera por lesión, ni con Sanlúcar, sancionado. Son duda hasta el final Velázquez, con un golpe en su tobillo, y Suárez, con molestias lumbares. No obstante, el jerezano recupera a Dani Zúñiga, Juanfer y Palacios, aunque todo hace indicar que sólo el arcense estará entre los once elegidos, pues Orúe advirtió en rueda de prensa que no pretende hacer muchas variaciones.
Los cordobeses, por contra, tienen las bajas del isleño Fernando Carralero, Luija y Jesús Lanza. No obstante, recuperan a dos hombres importantes en su esquema como Velasco y Sergio Iglesias.
El mediocentro gaditano está dando un gran resultado a Nene Montero -otrora entrenador del San Fernando-, y su ausencia se ha notado.
Orúe lo conoce bien de su etapa en el Cádiz, por lo que dispondrá una red en el centro del campo con Óscar y Dani Zúñiga para tratar de pararlo.
Pase lo que pase, lo que está claro es que las urgencias acucian a un Portuense que está obligado a dar la cara en las cinco finales que le restan.
