La cultura del trabajo y la discreción
Chaves vuelve a confiar en la política antequerana la cultura andaluza para los próximos cuatro años, lo que consolida su posición en el Gobierno
Actualizado: GuardarFiel a la teoría de que el buen paño en el arca se vende, Rosa Torres ha logrado convencer en estos cuatro años a los que recibieron con excepticismo su nombramiento en 2004 para sustituir en Cultura a Carmen Calvo. Fue su trabajo sin apenas ruido al lado de la ex ministra de Cultura en el largo y complejo alumbramiento del Museo Picasso de Málaga lo que avalaron su elección como consejera por parte del presidente. El que ahora siga al frente de Cultura significa que su trabajo propio ha convencido. Se ha consolidado en el cargo y Manuel Chaves le ha vuelto a confiar el timón de la cultura andaluza.
Un balance en el que destacan dos leyes. En estos cuatro años ha logrado llevar al Parlamento y aprobar con un amplio consenso político y del sector dos importantes leyes, la de Museos y la de Patrimonio Histórico de Andalucía. También su departamento ha
terminado el Plan Estratégico de la Cultura de Andalucía (PECA), que pretende sentar las bases de la cultura en la comunidad autónoma para el próximo decenio.
Para recordar queda su sonado proyecto de 'Andalucía Barroca', con un congreso internacional, seis grandes exposiciones (Málaga, Cádiz, Córdoba, dos en Sevilla y Granada) y una itinerante por varias provincias sobre el arte barroco. El proyecto se desarrolló durante el último semestre de 2007 y enero de 2008.
La ampliación del horario de los museos a los días festivos y que el presupuesto para Cultura haya sobrepasado por primera vez el 1 por ciento del total del de la comunidad autónoma han sido otras de las tareas acometidas por Rosa Torres..
También ha sido reconocida la compra del castillo de Vélez Blanco, uno de los primeros ejemplos en España del Renacimiento en un edificio civil y todo un hito en la provincia almeriense.
Respecto a Málaga, su departamento ha comenzado a materializar el proyecto de una residencia para nuevos creadores en el PTA y ha participado en la puesta en marcha de otro proyecto, el del auditorio. También ha sido coparticipado (junto con Fomento y Obispado) en la impermeabilización de la catedral de Málaga. Pero quizás uno de sus proyectos con más sello personal ha sido el del parque de los cuentos que se abrirá en el convento de la Trinidad. Una idea con la que quiere culminar una de las políticas en las que ha mostrado más empeño la pasada legislatura, la del fomento de la lectura.
Para la que viene, tiene como retos seguir aplicando el Plan Estratégico de Cultura, pero además gestionar junto con el Gobierno de la Nación: la puesta en marcha de dos importantes pinacotecas, la del Museo de la Aduana en Málaga y la del Museo de Bellas Artes en Sevilla. En el primer caso, se trata de adecuar el edificio para Museo de Bellas Artes y Arqueológico. En el de Sevilla, es una ampliación largamente esperada y cuyas obras deberán realizarse en esta legislatura. La buena sintonía con Madrid y su influencia en la capital serán bazas importantes de su gestión para que ambos proyectos sigan su curso sin dilaciones.
Para afrontar todo ello no sólo cuenta con la experiencia de cuatro años, sino una larga trayectoria en puestos de responsabilidad ligados a la Cultura. Quizás ello ha pesado para que Chaves la mantenga en esta área y no la haya cambiado a otras como se había rumoreado. Y es que Rosa Torres, nacida en 1959 en Antequera, casada, con tres hijos y una nieta, lleva desde que inició su militancia en el PSOE en 1983 ligada a la gestión política.
Diplomada en Magisterio, su trayectoria profesional está ligada a la política municipal, en la que se estrenó en 1986 como concejala del Ayuntamiento de Antequera, con responsabilidades en las áreas de Educación, Vivienda, Consumo, Sanidad y Cultura.
Entre 1990 y 1994 es diputada provincial, asumiendo primero las competencias en materia de Bienestar Social y, posteriormente, las de Cultura. Fue después durante dos legislaturas delegada provincial de Cultura en Málaga, destacando en esa etapa la apertura del Museo Picasso.