Un corredor de fondo que sustituye a Moreno

En Cádiz, el término 'cajonazo' se emplea para denominar a aquellas agrupaciones carnavalescas que no pasan a la final del Teatro Falla, pese a contar con el aplauso unánime del público. Luciano Alonso lleva tres legislaturas con esta sensación. Aparecía en todas las quinielas previas a la designación de consejeros pero, finalmente, se quedaba fuera del Gobierno.

El 'golpe' más fuerte lo sufrió en 2004, cuando se daba por seguro que sería consejero de Turismo, cargo que finalmente desempeñó otro malagueño -Paulino Plata-. Pero Alonso, lejos de desesperarse, respondió con esfuerzo y disciplina. Ha realizado un excelente trabajo parlamentario en los últimos cuatro años. Su dedicación no ha pasado desapercibida ni para su grupo parlamentario ni para el propio Manuel Chaves que ya, en 2007, anunció en diversos foros que pensaba contar con Luciano Alonso en su próximo gobierno. Dicho y hecho: a la tercera ha ido la vencida.

Atrás quedan sus desencuentros con los actuales responsables del PSOE en Málaga, que llegaron a cuestionar, incluso, su nominación como candidato al Parlamento de Andalucía en los comicios del 9 de marzo.

Luciano Alonso nació en la localidad cacereña de Palomero en 1953 y cuenta con una dilatada carrera política en el PSOE malagueño. Senador entre 1986 y 1993, en dos legislaturas, fue en la primera de ellas portavoz de la comisión de Sanidad, Seguridad Social y Asuntos Sociales, que presidió en la segunda. Fue delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga desde 1994 a 2004, alcanzó la presidencia del PSOE en Málaga en 1997 y un año más tarde entró en la ejecutiva federal socialista. En la última legislatura ostentó la presidencia de la comisión de Innovación, Ciencia y Empresa del Parlamento andaluz.

Padeció, durante su periplo como delegado del Gobierno autonómico en Málaga, la ira del entonces alcalde de Marbella, Jesús Gil. Alonso también ostentaba en 2000 la presidencia de la comisión provincial de Urbanismo. Fue este organismo el que paró en secó los planes especulativos del GIL en Marbella, al rechazar en 2000 la parte más polémica de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Marbella.

Pese a los constantes ataques verbales del GIL -que le amenazó con llevarle a los tribunales-, Alonso permaneció firme. El tiempo y numerosas resoluciones judiciales le han dado la razón al descalificar legalmente el PGOU elaborado en 2000 por el fallecido alcalde de Marbella.

En su etapa como parlamentario, Alonso ha defendido leyes importantes, como la de los Ferrocarriles de Andalucía. Pese a pertenecer a la comisión de Infraestructura, el diputado malagueño siempre ha estado atento a cualquier debate relacionado con cuestiones turísticas.

Gran acogida

Empresarios y sindicatos se han mostrado satisfechos por el nombramiento de Luciano Alonso como nuevo consejero de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía y han destacado su trayectoria y su personalidad negociadora, así como su conocimiento del sector turístico. El presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (AEHCOS), Salvador Vilches, ha dicho que Alonso cumple el perfil idóneo para ocupar el cargo y le ha ofrecido el apoyo que su colectivo pueda prestarle.

El secretario de Comercio, Hostelería y Turismo de CC. OO. en Málaga, Gonzalo Fuentes, ha destacado la «gran valía» del nuevo consejero y su implicación en la negociación con sindicatos. Fuentes ha subrayado que Alonso es una «buena persona» que reúne todas las condiciones para ser consejero de Turismo y ha indicado que entre sus objetivos al frente de su nuevo cargo deberá impulsar el Plan de Turismo Sostenible a nivel andaluz y el Plan Qualifica en la Costa del Sol.

El secretario general de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de UGT, José Antonio Sedano, también ha resaltado la trayectoria del nuevo dirigente andaluz, su conocimiento del sector y el hecho de ser una persona cercana a empresarios y sindicatos.