El ex secretario general del PP y ex vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos. /ARCHIVO
CRITICA LA RENOVACIÓN DE RAJOY

Cascos: «Los noviciados se hacen en la bancada y no en los puestos de responsabilidad»

El que fuera 'número dos' de Aznar critica al presidente del PP por sacrificar a «dirigentes de peso» para colocar a los «más afines»

MADRID Actualizado: Guardar
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El debate sigue abierto en el seno del PP y seguirá así hasta que en junio celebre su Congreso. Quien ha vuelto a pronunciarse es el ex secretario general y ex vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, esta vez crítico con el equipo que Rajoy ha colocado al frente del partido. Después de puntualizar que nadie le ha preguntado cuando algunos dirigentes se atreven a asegurar que el presidente del partido tiene el apoyo de "todos", ha lamentado que no sea un "buen comienzo" el que Rajoy haya optado por los "más afines", en alusión a Soraya Sáenz de Santamaría, "sacrificando a personas de más peso y mejor preparadas".

Álvarez Cascos aprovecha su extensa entrevista en el último número de La Clave para recordar a sus compañeros de filas, a su líder en particular, que "la política no es cuestión de oposiciones y de amistades" y que con "afinidades personales no se gana". Tampoco pasa por alto las referencias veladas de los últimos días a los supuestos "barones" del PP y explica que la UCD se rompió por las baronías. Y se queja de que en este momento haya "mucha gente hablando en voz baja", sin atreverse a decir en alto lo que piensan, algo que, a su juicio, "no es bueno".

El que fuera 'número dos' de José María Aznar analiza la situación de su partido y justifica haber roto su silencio en que quiere que el PP "gane las próximas elecciones y que se hagan mejor las cosas".

El PP, hacia un club de notables

Si hace una semana ya irrumpió en el debate para decir que el PP nunca fue un partido de barones, ahora abunda en ese argumento al recalcar que su formación "debe seguir siendo un partido de bases, no un club de notables", porque en eso radica "buena parte" de su fortaleza. Defiende los apoyos a candidatos a título personal y dice que son "perfectamente admisibles", pero no los que se hacen "en nombre de otros, y más sin consultar a los demás".

Aunque no se pronuncia sobre la posible candidatura de Esperanza Aguirre, Cascos deja una reflexión reveladora: cree que que los presidentes regionales que han dirigido la victoria en sus territorios "deberían estar liderando el análisis de los resultados" porque consdiera que equiparar los fracasos a los éxitos "es muy mal camino para iniciar una etapa de renovación".

Tras asegurar que los mayores problemas del PP están en Cataluña, País Vasco, Andalucía, Aragón y Asturias, sostiene que en las dos primeras comunidades hay que "dejar de hacer discursos pensados para ganar votos en el resto de España, a costa de los votantes del PP en esas mismas comunidades".

Otro rumbo en Cataluña y País Vasco

En Cataluña aboga por restablecer los niveles de movilización y el discurso de 1995, de los tiempos de Alejo Vidal Quadras, y en el País Vasco defiende recuperar el modelo de partido foral que conecta con "los más profundos sentimientos vascos". En Andalucía cree que hay que aprender de Teófila Martínez y de Celia Villalobos, así como hacer "mucha más labor en los pueblos".

La situación en Asturias, continúa, "no es menos grave" porque un grupo pequeño de personas "con el apoyo de Génova, juega cada dos o tres años a las cuatro esquinas para renovarse a sí mismo" y "sin cirugía no habrá remedio a la esclerosis".

También cuestiona la renovación emprendida por Rajoy. El ex titular de Fomento opina que la política "no es cuestión de oposiciones y de amistades", sino de "sentido común y de experiencia". A su juicio, con amistades personales no se gana, sino con "un mensaje claro transmitido por personas convincentes, con prestigio y experiencia".

"Los méritos para dirigir su grupo parlamentario hay que justificarlos con pruebas que lucen en los Diarios de Sesiones. Los noviciados y los catecumenados se hacen en la bancada y no en los puestos de responsabilidad. Sin embargo, parece que Rajoy ha optado por las personas más afines, nuevas o veteranas, sacrificando a las personas de más peso y mejor preparadas. No es un buen comienzo de la renovación deseable".