La Copa no evitará la destitución de Koeman sino puntúa ante el Athletic
El consejo directivo del Valencia aplazó un consejo previsto para la tarde de ayer en el que se iba a tratar su cese De ser despedido el holandés recibiría seis millones de euros
Actualizado: GuardarLa Copa del Rey no salvará a Ronald Koeman. El holandés está sentenciado como técnico del Valencia, aunque la conquista de un título que ha acabado con una sequía de tres años obliga a mantener al entrenador en su cargo al menos hasta el domingo, cuando el flamante campeón copero, amenazado por el descenso en la Liga, se medirá al Athletic en San Mamés.
A pesar de los continuos rumores sobre una inminente destitución de Koeman pese al triunfo del Valencia en la final de Copa, los dirigentes del club ché han preferido esperar. Un despido de Koeman 24 horas después de ganar la Copa sólo habría servido para tapar el éxito y hubiera sido otra decisión sorprendente e incomprensible durante la tumultuosa y nefasta temporada de club levantino, aunque la tregua no durará en ningún caso más de un mes.
Koeman, que firmó un contrato hasta 2010 y deberá ser indemnizado con seis millones de euros por medio año, o quizás menos, de trabajo, no tiene ningún crédito en el Valencia que tenía previsto celebrar la tarde de ayer s un Consejo de Administración que finalmente fue aplazado para más adelante. La decisión sobre el futuro de Koeman estaba ya tomada, pero la presión ejercida durante la madrugada de ayer ha permitido conceder una prórroga al holandés. El presidente del club, Agustín Morera, ha tenido en cuenta la opinión de la plantilla para que Koeman continúe unos días más en el cargo, aunque si el domingo el Valencia pierde en San Mamés, el técnico no dirigirá los cinco últimos partidos de Liga.
Incluso un empate en terreno del Athletic podría acabar ya con su breve etapa, porque si el Zaragoza se impone el sábado al Recreativo, el Valencia se acercaría a sólo tres puntos del descenso.
Un hombre de la casa
Su sustituto hasta final de temporada sería el entrenador del filial, Óscar Fernández, acompañado por el ex jugador Mauricio Pellegrino, ya que José Mari Bakero también deberá abandonar un club que ha malgastado 200 millones de euros en las últimas temporadas y ha ido dando bandazos con el cargo de entrenador. El descontento de la afición con Quique Flores, pese a la trayectoria del equipo, llevó al entonces presidente Juan Soler a despedir al técnico madrileño, para evitar que la ira del público no apuntase más arriba. No tardó entonces en obligar a Koeman a apartar del equipo a tres pesos pesados (Albelda, Cañizares y Angulo) que no comulgaban con la política del club.
Sin vender sus acciones, Soler, sin embargo, prefirió pasar después a un segundo plano, al dimitir como presidente, oficialmente «por motivos personales», aunque fue la pésima trayectoria del equipo y la crisis inmobiliaria la que le obligó a ceder el sillón, mientras sobre el terreno de juego el equipo deambulaba y Mestalla pasaba del decisivo «`Quique, vete ya!» al «`Koeman, vete ya!». Sin embargo, tras la final copera, incluso parte de la afición valencianista llegó a apoyar al holandés con gritos de «`Koeman, quédate!». Fue sin embargo un sector muy minoritario el que reclamó su continuidad.