El tercer carril y la autovía reducen en dos kilómetros los atascos en el acceso a Cádiz

Los conductores que trataban de entrar o salir de Cádiz a través del puente Carranza en los últimos años se encargaban de llenar antes el depósito con el combustible de la paciencia. Los conos que regulaban el tráfico en el principal acceso a la ciudad y las dificultades que presentaba entonces la carretera de Puerto Real, N-443, provocaban colas interminables. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha facilitado algunos datos comparativos sobre fluidez en el puente Carranza desde la apertura del tercer carril y el desdoble de la carretera. Las mejoras han permitido una reducción de hasta dos kilómetros de atascos en el acceso y de diez minutos en el trayecto Cádiz-El Puerto.

El seis de marzo del año pasado, la entrada a la capital en hora punta -concretamente a las 13.28 horas- registraba cuatro kilómetros de retención en sentido Cádiz. La media, según la propia DGT, estaba entonces en tres kilómetros de atasco. Sin embargo, la medición realizada el mismo día de marzo de este año apuntaba a que la retención era de un kilómetro. Ahora, la distancia media del atasco es también de un kilómetro.

Del cono al automático

El jefe provincial de Tráfico, Luis Javier Herrero, reconoce que tanto la apertura del tercer carril en julio del año pasado como la inauguración del desdoble de la carretera de Puerto Real en febrero de este año han contribuido a aliviar la circulación en uno de los puntos más conflictivos de la red viaria provincial. Así, las cargas de tráfico se reparten ahora de manera automática y en función de las preferencias de un sentido u otro gracias al tercer carril, «mientras que antes eran los conos los que marcaban la distribución sin posibilidad de movimiento».

Los datos aportados por Tráfico revelan que la fluidez sobre el tablero del puente Carranza se ha logrado, a pesar de que la intensidad media de la circulación resulta ahora mayor que antes. El paso de vehículos en marzo del 2007 fue de 27.359 a la hora en los dos sentidos, frente a los 39.604 computados en marzo de este año, lo que suponen 12.245 vehículos más. No obstante, la prueba de fuego de las mejoras practicadas en el principal acceso a la ciudad tendrá lugar el próximo verano, cuando el puente y la nueva autovía tengan que absorber el tráfico de los veraneantes que llegan a la Bahía. En julio del año pasado, por ejemplo, se batió un récord. La intensidad media de circulación por el puente fue de 46.400 vehículos a la hora. El director provincial de Tráfico destaca que el desdoble de la N-443 y los tres carriles en cada sentido, ampliables a cuatro en un futuro, han sido claves en la fluidez. «Ahora, aunque exista cola no hay parón».

Por lo que respecta al tercer carril, la estadística de la DGT refleja que se abre una media de seis veces al día en función de la carga de circulación. Los lunes y los viernes, con diez operaciones de cambio, se llevan la palma.

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