Silencio peligroso
Actualizado:l director y el jefe de protección de la central nuclear de Ascó-Vandellós han sido destituidos de sus respectivos cargos cinco meses después de que una fuga radiactiva de las instalaciones nucleares fuera ocultada a la opinión pública y minimizada en su impacto sobre las personas y el medio ambiente, al clasificarse en el nivel 1 de peligrosidad en lugar del nivel 2. El comportamiento irresponsable de ambos directivos permitió que un grupo de niños visitara a las instalaciones sin conocerse al alcance de la incidencia y sus eventuales consecuencias. Pero una vez depuradas las primeras responsabilidades, urge profundizar en la investigación dando lógica prioridad a la revisión del estado de salud de todos aquellos que pudieron estar expuestos al escape y esclareciendo cuánto antes qué falló y con qué resultado. Porque las reticencias que sigue despertando la energía nuclear sólo se despejarán con informaciones nítidas sobre su seguridad y las deficiencias que puedan producirse.