Carter, indeseable en Israel
Jimmy Carter no ha podido hablar con el Gobierno israelí durante su gira por Oriente Medio porque éste le ha hecho un boicot deliberado y unánime. El jefe del Estado, Simon Peres, sí le recibió porque era protocolariamente imposible no recibir a un ex-presidente de EE UU.
Actualizado:Carter fue en su día canonizado en Israel porque su esfuerzo logró el primer tratado de taz de un país árabe con Israel y, de paso, desactivó hasta hoy la gran amenaza militar que Egipto representaba. Fue en la conferencia de Camp David. Su imagen de mediador le siguió y su actividad como animador del Centro Carter para la Paz, que ha prestado muchos servicios en diversas latitudes, le valió en 2002 el premio Nobel de la Paz.
Pero también escribió un libro cuyo título ahorra comentarios: Israel: paz o apartheid, muy severo con la política israelí en los territorios ocupados y, singularmente, con la sostenida acción colonizadora. Fue tachado en Estados Unidos de antisemita y cosas peores. Y su caso, seguido con gran interés en medio mundo, ilustró lo que parece el criterio israelí al respecto: estigmatizar a quien no da su aprobación acrítica a lo que se hace sobre el terreno.
Carter pidió ahora pasar a Gaza, pero se le negó porque él es de los que cree que es un grave error aislar a Hamas y había hecho saber que se entrevistaría con el jefe político del movimiento, Jaled Meshal, en Damasco. Líderes islamistas de la Franja, de todos modos, se trasladaron ayer a El Cairo para verse con él. Simultáneamente, un duro combate en Gaza causaba la muerte a cuatro milicianos y a tres soldados israelíes, una cifra muy alta para los estándares de Israel.
La conducta oficial israelí tiene gran respaldo, aunque unas pocas voces han criticado al Gobierno por el trato dado al ex-presidente, como ha hecho el diario Haaretz. Queda, en fin, el daño a la relación bilateral porque los americanos no apreciarán mucho el trato de paria dado a un ex-presidente.
La opinión americana es tan pro-israelí que digerirá esto sin problemas. Pero hay que anotar que en este asunto también hay un cambio: la curva de Gallup para medir la simpatía por Israel o los árabes y/o palestinos en los cuarenta últimos años lo confirma: en 1967, 38 a 3, en 1973, 48 a 6, y en el último disponible, de 2007, 58 a 20.