Vistas exteriores del Pazo de Meirás. /ARCHIVO
autorizados por vía judicial

Técnicos de la Xunta de Galicia entran en el Pazo de Meirás para realizar una inspección

Esta visita persigue evaluar el estado de conservación del inmueble -que fue residencia de verano de Franco- para decidir sobre su posible declaración como Bien de Interés Cultural

SANTIAGO DE COMPOSTELA Actualizado: Guardar
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La Xunta de Galicia ha dado un paso más en su intención de declarar el Pazo de Meirás como Bien de Interés Cultural (BIC). Tres técnicos de la Consejería de Cultura, pertenecientes a la Dirección General de Promoción Cultural, han entrado hoy en el inmueble propiedad de la familia Franco, en el municipio coruñés de Sada, para evaluar su estado de conservación y, posteriormente, decidir sobre su posible inclusión en la lista de como bienes de Interés Cultural.

La visita fue autorizada hace aproximadamente un mes por un auto del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG).

Una arqueóloga, una arquitecta y un historiador del arte son los encargados de realizar una inspección para reunir información sobre la arquitectura interior del edificio, los bienes susceptibles de ser considerados patrimonio cultural, el estado de conservación de todo el conjunto y un reportaje fotográfico del mismo. A su salida, los técnicos han descartado una nueva visita al haber conseguido hoy datos suficientes

Los datos que se han recopilado serán analizados por el personal técnico de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural y se añadirán a la restante documentación que en los últimos meses ha recabado la Consellería de Cultura referida a la historia y al valor del pazo.

Un inmueble histórico

Una vez que se analice toda la documentación, Patrimonio evaluará si el pazo reúne las condiciones para ser declarado BIC y, en caso positivo, se presentaría un proyecto de declaración que incluiría, además de una exposición de motivos, el nivel de protección del edificio y de su entorno, y se procedería a su incoación.

La declaración como BIC del Pazo de Meirás implicaría que el edificio, propiedad de la familia Franco, tendría que estar abierto al público cuatro días al mes y que cualquier intervención sobre él precisaría de la autorización de Patrimonio Cultural. Por tratarse de la máxima figura de protección patrimonial, a partir de su declaración como BIC la propiedad está "obligada" al cuidado y preservación del edificio.

La legislación vigente, en concreto, la Ley de Patrimonio Cultural de Galicia de 1995, establece la posibilidad de que el Pazo de Meirás pueda ser expropiado forzosamente una vez que cuente con la declaración de BIC por parte de la Xunta de Galicia y siempre que los propietarios incumplan las obligaciones de protección y conservación general.

El equipo encargado de la inspección es el mismo que hace unos siete meses no pudo entrar a realizar su trabajo. La familia impidió entonces la inspección de los técnicos de Cultura, lo que originó una batalla legal que el pasado 12 de marzo se cerró con la segunda resolución del TSJG favorable a la Administración gallega, en la que se instaba a los Franco acordar una fecha para permitir la comprobación del estado del inmueble, aunque debía hacerse "sin publicidad" y con respeto a la intimidad de los propietarios.

Un inmueble histórico

El Pazo de Meirás, inmueble inventariado como patrimonio histórico conforme a la normativa gallega en la materia, es una reconstrucción de una casa quemada en 1809 por los franceses en la Guerra de Independencia. A pesar de su aspecto medieval la actual edificación es de finales del siglo XIX, la primera piedra se colocó en 1903, y perteneció a la escritora Emilia Pardo Bazán y su familia.

El emblemático edificio fue comprado a los herederos de Pardo Bazán por autoridades coruñesas, encabezadas por Pedro Barrié de la Maza y Alfonso Molina para regalárselo al dictador y entonces jefe de Estado, Francisco Franco, que lo aceptó en diciembre de 1938 y lo convirtió en su lugar de veraneo y el de su familia.

En la actualidad la única hija del dictador, Carmen Franco Polo, mantiene su costumbre de veranear en las Torres de Meirás, un espacio poco utilizado para otros fines a lo largo de estos años, con excepciones como el acto en el que Luis Alfonso de Borbón, bisnieto de Franco e hijo de Carmen Martínez-Bordiú y Alfonso de Borbón, pidió la mano de la venezolana María Margarita Vargas-Santaelle en julio de 2004.