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Berlusconi remata su triunfo
El PDL también domina las regionales con victorias en Venecia y Sicilia, y aún aspira a dar la sorpresa en Roma
Actualizado: GuardarLa coalición de centroderecha de Silvio Berlusconi ha redondeado su aplastante victoria en las elecciones generales italianas con otro triunfo en los comicios regionales que se disputaban de forma simultánea en Friuli Venezia Giulia y Sicilia, cuyo escrutinio terminó ayer. En Sicilia se daba por descontado, pues siempre ha votado a la derecha, pero nadie esperaba un resultado tan demoledor. El candidato del Pueblo de la Libertad (PDL), Raffaele Lombardo, marcó el récord histórico de la isla con un 68% de los votos, cifra que ni de lejos había obtenido la vieja Democracia Cristiana en décadas de hegemonía. La sorpresa no fue menor en Friuli Venezia Giulia, pues partía favorito el actual gobernador de centroizquierda, Riccardo Illy, el conocido empresario del café. Pero el auge del centroderecha en el norte, sustentado en el gran aumento de la Liga Norte, arrebató a la izquierda la única región que mantenía más allá del río Po.
Ambos resultados confirman una clave decisiva de estas elecciones: el norte y el sur son la base del triunfo de la derecha. El propio Illy diagnosticó hace poco la desconexión de la izquierda de las inquietudes del electorado del norte en un libro titulado 'Estamos perdiendo el norte'. Incluso habla de una suerte de 'secesión silenciosa', ya en curso, de una población harta de pagar impuestos sin recibir nada a cambio y que ve el resto del país como un lastre a su desarrollo. Es el descontento que ha aupado a la Liga Norte.
En cuanto al sur, la derecha se nutre de los feudos de Alianza Nacional, el partido posfascista de Fini que integra con Berlusconi el PDL, y también, sobre todo en Sicilia, del Movimiento por la Autonomía (MPA), una especie de Liga Sur, formada por ex democristianos y capitaneada por Lombardo. El Partido Demócrata (PD) de Walter Veltroni sólo ha obtenido buenos resultados en las tradicionales regiones 'rojas' del centro del país, como Emilia Romagna, Umbria, Toscana y Marche.
Molise es un caso aparte, pues es una aportación personal del ex magistrado de Manos Limpias Antonio di Pietro, natural de esta región y que tiene en ella su feudo. Su partido, Italia de los Valores, el único de la galaxia del centroizquierda que concurría con Veltroni, ha salvado en parte el resultado duplicando sus apoyos. Pero en el resto del país Veltroni no ha crecido un solo voto. El desastre de la izquierda se puede agravar con otra sorpresa. En las municipales de Roma, que también coincidían en esta cita, se arriesga a perder la alcaldía después de quince años.
Rechazo
Su candidato, Francesco Rutelli, sumó un 46% de los votos, frente al 40% de su rival, Gianni Alemanno, pero al no superar la barrera del 50% ambos deberán acudir a una segunda vuelta dentro de dos semanas. Hay una posibilidad real de derrota para Rutelli, pues los votos de otros partidos de la derecha pueden confluir en su adversario y darle la victoria. Además de perder una plaza histórica de la izquierda, la moraleja será aún más difícil de tragar: Veltroni ha sido alcalde de Roma los últimos siete años. Sería un rechazo expreso a su gestión, cuando encima aspiraba a ser primer ministro.
La izquierda digería ayer su batacazo y se sume en un profundo debate sobre su futuro, que incluye el de la franja más extrema que ha quedado fuera del Parlamento. En este panorama ha llegado la dimisión del primer ministro saliente, Romano Prodi, como presidente del PD, la criatura que contribuyó a formar. Prodi desveló ayer que había enviado una carta a Veltroni con su decisión antes de las elecciones, con el ruego de que se hiciera pública solamente después de los comicios.