La familia de Asencio acepta someterse a pruebas de ADN por el caso Holgado
No le preocupa la petición de toma de nuevas muestras a los exculpados Cree que se demostraría «de nuevo» que ninguno tuvo que ver con el asesinato
Actualizado:Dos sentencias y los posteriores recursos aseguran que los que en su día fueron acusados por el brutal asesinato de Juan Holgado en 1995 no tuvieron nada que ver. Aún así, tanto Domingo Gómez, Pedro Asencio, Francisco Escalante y Manuel Jesús Sañudo como sus respectivas familias siguen soportando desde entonces que muchos les señalen por ese motivo. Entre ellos, los padres de la víctima, que siguen convencidos de su culpabilidad. Y no lo soportan más. Se consideran las otras grandes víctimas de una nefasta investigación policial y una peor instrucción judicial, y ya no saben qué hacer para que acabe su pesadilla.
Meses atrás, el abogado de la familia del joven jerezano, que falleció víctima de 30 puñaladas en la gasolinera de Martín Ferrador donde trabajaba, solicitó formalmente que se realicen nuevos estudios de las huellas y restos de sangre encontrados en la escena del crimen. También que se tomen muestras -de sangre, básicamente- a los exculpados y a otras personas vinculadas con ellos para, aprovechando los avances tecnológicos en la materia, compararlas y determinar si estuvieron allí la madrugada en cuestión. El representante de los Holgado, José Miguel Ayllón, asegura que se ha aceptado su petición y que se han cursado ya las órdenes correspondientes. Otras fuentes judiciales, sin embargo, lo desmienten categóricamente, tal como avanzó este periódico el pasado lunes.
Sea como fuere, un familiar de Pedro Asencio, uno de los afectados, asegura que no tienen ningún temor a una posible orden judicial en ese sentido. Es más, cree que ayudaría a reafirmar, «una vez más», su inocencia: «Estamos deseando que lo hagan, que tomen muestras de ADN a quienes quieran, a toda la familia incluso».
Este familiar, que prefiere mantener su identidad en el anonimato, tiene especial interés en que se tomen a dos de los hermanos de Pedro Asencio, dos de las personas no inculpadas pero que también fueron investigadas en su día y a los que el abogado de los Holgado también ha reclamado que se realicen nuevas pruebas. Se trata de Eduardo, a quien se le encontraron después del asesinato heridas en la mano, y Rafael, a quien se le había visto portar la medalla que se convirtió en una de las principales pruebas del caso. Este familiar explica sobre Eduardo que ya quedó demostrado que esa herida se produjo por un corte con una piedra. Y sobre Rafael, que «la medalla se la dieron meses después del asesinato».
Un calvario
Asegura que están pasando «un auténtico calvario» y que «cuanto antes se aclare esto, mejor para todos». Insiste en que ni Pedro ni nadie de la familia Asencio tuvo nada que ver con el asesinato. Culpa de su situación a la investigación policial realizada en su día por la Policía Nacional: «Necesitaban un culpable y fueron a por él. Pero no fue el primero. Antes fueron a por sus hermanos, pero, al ver que no podían, le cogieron a él, que vieron que era más sencillo».
Pero también culpa de ese calvario que están sufriendo a la familia del joven asesinado, a la que acusa de señalarles continuamente, hasta el punto de que «pasamos miedo cada vez que nos cruzamos con uno de ellos por la calle». Señala especialmente al padre de la víctima, Francisco Holgado: «Entiendo lo que han sufrido y están sufriendo. Nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie, pero lo que hizo este hombre con Pedro no tiene nombre. Le daba dinero y le compraba droga para que se pusiese hasta arriba y dijese algo del tema de su hijo. Estaba obsesionado con las cintas y con grabarle, pero no consiguió nada, como se ha demostrado. Si alguien contase lo que este hombre realmente hacía cuando se juntaba con Pedro... No es como le han vendido, ni mucho menos».