El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Alfredo Boné (d), en presencia del titular de Presidencia, Javier Velasco (i), atiende a los periodistas para informar de la reunión extraordinaria celebrada esta mañana en la sede del Ejecutivo autónomo. /EFE
tras el acuerdo firmado ayer

Aragón encarga un estudio jurídico para aclarar si la transferencia de agua a Barcelona es un trasvase

El presidente murciano considera una "provocación" del Gobierno el trasvase del Ebro a Barcelona

MADRID Actualizado: Guardar
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Ayer se cerró el acuerdo entre Generalitat y Gobierno para realizar un "minitrasvase" del Ebro y paliar la sequía en Cataluña, pero el problema del agua afecta también a otras comunidades que se quejan por la discriminación recibida.

El Ejecutivo aragonés, en una sesión extraordinaria del Consejo de Gobierno, ha mostrado su oposición al trasvase y ha aprobado hoy un acuerdo por el que se adoptan tres medidas sobre el abastecimiento de agua a Barcelona: instar al Gobierno central a que aporte toda la información, encargar un informe para determinar la naturaleza jurídica del proyecto y pedir a las Cortes de Aragón que inicien la elaboración de otro informe.

La reunión, convocada hoy por el presidente del Gobierno aragonés, Marcelino Iglesias, tenía como objetivo analizar y adoptar una postura ante la prolongación del minitrasvase del Ebro a Tarragona, pactado ayer entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña con el fin de aportar a Barcelona y su entorno 50 hectómetros cúbicos de agua procedente de excedentes de los regantes del Delta.

El Gobierno de Aragón instará a la Administración General del Estado a que aporte toda la información, con carácter de urgencia, a la Comunidad Autónoma de Aragón sobre el proyecto. También encargará a los Servicios Jurídicos del Gobierno de Aragón y a la Comisión Jurídica Asesora la elaboración de un informe, que determine jurídicamente la naturaleza del proyecto.

La tercera medida será instar a las Cortes de Aragón que, como medida preventiva, se inicie la elaboración del informe preceptivo previsto en el artículo 72.3 del Estatuto de Autonomía de Aragón, poniendo a disposición de las Cortes los medios técnicos del Gobierno.

Amenazas de movilización

Murcia, por su parte, tampoco está satisfecha con esta medida del trasvase y su presidente, Ramón Luis Valcárcel, ha dicho hoy que "no sería ni mucho menos improbable" que decida, junto al presidente valenciano, Francisco Camps -con quien se reúne mañana-, "movilizar a la sociedad" de estas dos comunidades y a la de Almería para reclamar un agua que "es de España" y "nadie necesita".

Valcárcel -en declaraciones a Telecinco- ha acusado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de mentir en relación con el trasvase de agua del Ebro a Barcelona que -según ha asegurado- es "realmente una provocación" para los ciudadanos de Murcia, Valencia y Almería.

El Gobierno y la Generalitat de Cataluña sellaron ayer un pacto para iniciar el 1 de mayo las obras de prolongación del llamado "minitrasvase" del Ebro a Tarragona, con el fin de aportar unos 50 hm3 de agua al área de Barcelona procedente de los "excedentes" de los regantes del delta.

Valcárcel ha insistido en que no está "en contra" de que Cataluña y Barcelona "tengan agua" y ha dejado claro que apoya y "aplaude" la medida acordada entre el Ejecutivo y la Generalitat de Cataluña, pero ha añadido que "tan normal como lo anterior" es que Murcia, Valencia y Almería reivindiquen lo mismo, porque "no se nos puede castigar a los que no votamos socialista".

La propuesta de Artur Mas

El presidente de CiU, Artur Mas, ha propuesto hoy que Cataluña se comprometa a no utilizar el agua que pueda venir del Ródano para regar sus cultivos, con el fin de evitar así el rechazo de los agricultores franceses al trasvase de este río. En declaraciones a TV3, Mas ha reconocido que los campesinos franceses pueden ver con recelo un trasvase que permitiría suministrar agua a los agricultores catalanes, que representan su "competencia directa".

Para apaciguar estos temores y vencer las resistencias francesas, según Mas, "se puede hacer una cosa bien sencilla que nosotros en su momento teníamos estudiada, que es que el agua que se traiga del Ródano no se utilice para usos agrarios, sino sólo para consumo de boca, consumos industriales o turísticos, y no para regadíos".