Aragonés avanza que entrenará fuera de España tras la Eurocopa

«No tengo que correr, mi cerebro está perfecto y tengo una experiencia terrible. Sólo es viejo quien quiere ser mayor y yo voy a seguir entrenando después de dejar la selección tras la Eurocopa». Así de tajante se mostró Luis Aragonés, de 69 años, cuando en el programa «Tengo una pregunta para usted» le cuestionaron ayer acerca de si no se sentía demasiado mayor para ocupar el cargo de seleccionador.

El sabio de Hortaleza no avanzó nada sobre la lista de 23 elegidos para el próximo campeonato de Austria y Suiza y reiteró que tiene la «conciencia tranquila» por no convocar a Raúl. Comenzó su comparecencia con una pequeña introducción en la que desgranó los motivos -defender a los futbolistas y lavar su propia imagen- que le llevaron a aceptar la invitación a la octava edición de un programa de TVE por el que antes pasaron personajes como Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.

«No soy ni mucho menos mediático, sólo un seleccionador que quiere defender al fútbol y a sus profesionales, a los que no se respeta, se duda de su profesionalidad y hasta se insulta», subrayó Luis, que no descartó dirigir algún día un equipo de chicas. En el plano personal, lamentó que su imagen se haya «deteriorado de una forma descomunal» por gente que, según dijo, ni le conoce, ni sabe cómo es, ni cómo piensa.

En un intento de distanciarse de ese personaje huraño y esquivo que con frecuencia parece, Luis intentó ser un hombre cercano en el interrogatorio al que fue sometido por 40 hombres y 20 mujeres, una muestra representativa de los ciudadanos españoles y de los diversos equipos de fútbol buscada por TNS-Demoscopia. «¿Menos mal que hay paridad!», exclamó cuando, a la sexta, apareció la primera pregunta de una mujer.

Después, para dejar claro que no es racista, deseó suerte a un aficionado brasileño de color que le preguntó por qué España casi nunca gana nada. «Brasil sí gana porque es un país exportador que tiene jugadores hasta en la Conchinchina», ironizó. A su manera, intentó convencer a la opinión pública de que llamar a Henry «negro de mierda» para motivar a Reyes «era un halago al francés».

Luis negó su supuesto antimadridismo y, muy al contrario, dijo estar «agradecido» al club blanco. Recordó que el Madrid le fichó en 1958 y que sucesivamente le cedió al Recreativo, el Hércules, el Plus Ultra y el Oviedo. Al ver que "era imposible" jugar con Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento, pidió a Bernabéu que le traspasaran y le fichó el Betis. Más tarde llegaría el Atlético.

Reveló que no es socio de ningún equipo y sólo accionista del Espanyol.