«No voy a darle vueltas al asunto de los árbitros»
-¿Qué ocurrió en la jugada en la que usted vio la segunda cartulina amarilla?
Actualizado:-Ya he dicho que no voy a pasar la semana hablando de los árbitros. Fue una tarjeta amarilla y ya está. Tampoco quiero comentar nada más. Me expulsaron y punto.
-¿Pero agredió al jugador del Granada 74?
-No hubo nada más que la disputa de un córner. El defensa intentó bloquearme, hubo un choque y el árbitro decidió sacarme la segunda amarilla. No sé si me han puesto una cruz, pero no quiero hablar de los árbitros. Me expulsaron y ya está, no quiero darle más vueltas. Eso lo dejo para otras personas. Que vean las imágenes y que opinen los demás. Yo no tengo que estar hablando cada semana de lo que deciden los árbitros.
-¿Sabe si el Xerez intentará que le quiten la amarilla?
-No sé si el club recurrirá. No he hablado nada con ellos. No tengo ni idea.
-¿Sabía que se encontraba entre los diez jugadores con más tarjetas de Segunda División?
-No le doy importancia. A mí lo que me importa es ganar partidos y meter goles.
-¿Y ha sido algo habitual durante su carrera?
-Es que no me interesa ese tema porque pienso que yo no tengo que darle vueltas a ese asunto.
-Esta semana no podrá seguir aumentando su cuenta goleadora.
-Eso me da exactamente igual. Lo que me preocupa y me fastidia es no poder jugar porque es bueno que estemos todos disponibles. Eso es lo único que me preocupa de la expulsión ante el Granada 74. Me fastidia no poder jugar pero no precisamente por continuar peleando por ser el máximo goleador de la categoría, sino por no poder aportar para seguir escalando puestos y recortando la distancia para salir del descenso.
-Se le nota bastante cabreado por la expulsión del sábado...
-Estoy fastidiado pero son las cosas del fútbol, pero no quiero seguir pensándolo. Comenzaré desde ya a prepararme el próximo partido y ya está.
-Bueno, lo único que le queda esta semana es animar desde la grada...
-Empatamos fuera, que era importante para seguir sumando, pero ahora toca ganar en Chapín, que es vital para salir de la zona baja, pues no terminamos de salir.