DE PLATÓ EN PLATÓ. Raúl Procopio posa para LA VOZ en un descanso que tuvo en un día, el de ayer, en el que atendió a todos los medios de comunicación local. / ÓSCAR CHAMORRO
RAÚL PROCOPIO | ENTRENADOR DEL CÁDIZ CF

«El presidente me llamó tras el partido para darme su confianza»

El técnico gaditano espera el restablecimiento de Antonio Muñoz para formalizar oficialmente una continuidad que se prolongará hasta el final de la presente temporada

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En una semana le ha cambiado la vida. De entrenador del filial ha pasado a ser el máximo responsable del primer equipo. Confirmado en el puesto de manera oficiosa por su presidente, que tendrá que restablecerse de su operación para hacerlo público de forma oficial, Raúl Procopio afronta las próximas nueve jornadas no como una oportunidad cualquiera sino «como La Oportunidad». De momento, la primera la ha aprovechado a lo grande.

- Me cuentan que no pudo dormir ni comer antes del partido. ¿Es eso cierto?

- Sí. Soy un tío nervioso por naturaleza. No entiendo a los que no sienten nada. Era un día muy importante para mí.

- ¿Se puede saber que hizo después del partido?

- Lo primero respirar hondo después de tanto sufrimiento. Ya cuando salí del estadio lo celebré con mi mujer que ha sufrido bastante esta semana junto a mí. Cenamos con Barla y su mujer en plan distendido porque la verdad ya había hambre (risas). No tardé en irme a la cama ese día. Estaba rendido.

- Bueno, y el día de hoy (por ayer). ¿Una locura?

- Sí, más que entrenador he parecido un actor. No he parado.

- Cuéntelo.

- Nada más despertarme no he parado de recibir mensajes y llamadas de felicitación a las que he contestado porque me gusta atender a la gente.Y ya desde las dos no he parado. Tertulias en la radio, sesiones de fotos para los periódicos y he acudido hasta a tres televisiones.

- ¿Cuál fue la primera llamada que recibe después del partido?

- La del presidente. Me llenó de satisfacción. Me felicitó y me mandó el mismo mensaje para que lo trasladará al vestuario. Me dijo que siguiera trabajando así. Esa conversación me inspiró bastante confianza porque era una forma de decirme oficiosamente que estaba ratificado. Me transmitió mucha confianza.

- Pero a estas horas (21:30 de la noche de ayer), ¿cuál es su situación?

- Soy el entrenador del Cádiz pero supongo que en cuanto el presidente se restablezca nos reuniremos para confirmarme en el puesto porque como entrenador que soy también lo necesito saber. Pero también digo otra cosa, no tengo ninguna prisa.

- Del equipo se ha dicho que peleó mucho pero que no jugó bien. ¿Le queda mucho trabajo por hacer?

- Por supuesto. Es innegable la entrega que tuvieron todos pero soy consciente de que hubo mu-chísimos errores. Aunque está claro que dentro de la interpretación y del estilo de cada jugador, el domingo era un día para ponerse el monito de trabajo. Pero sí es es cierto que hubo errores. De hecho, en el penalti a Morán se produce un error que antes cometemos dos veces. En los balones largos que prolongaban sus medios centros pecamos de no caer en los rechaces. Tampoco sabemos temporizar los últimos compases del partido y nos llegan al área por eso mismo. Todo eso y más hay que trabajarlo.

- En lo táctico, ¿se queda con algo?

- Claro. Cuando estuvimos once contra once llegamos a su área en cuatro ocasiones con jugadas trenzadas mientras que ellos sólo llegaron un par de veces a base de balones largos.

- ¿Es amigo de hacer muchos cambios en el once?

- En tanto en cuanto el equipo lo necesite sí. Pero soy partidario de dar estabilidad a un once porque lo considero fundamental para que la gente esté implicada. Hasta ahora toda la plantilla me ha demostrado que lo está. Todos son válidos y el que no se implique se irá saliendo solito.

Entusiasmo

- ¿Qué me dice de Fornell?

- Con su salida busqué lo que me dio. Oxigenó el centro del campo y transmitió al equipo sus ganas y entusiasmo. Le echó tanto coraje que falló al precipitarse en lo táctico. Corrió tanto que le daba tiempo a equivocarse, a descolocarse y a volverse a colocar. Quiso dar lo que hace en 90 minutos en el filial en los 15 que estuvo en el campo. Se desfondó. También era su oportunidad.

- ¿Cómo pasó la semana pasada? ¿Le dolía escuchar tantos nombres de entrenadores mientras trabajaba en El Rosal?

- No. Yo entendía lógico que el club intentase la contratación de un entrenador pero yo estaba centrado en lo mío. Desde que el domingo me dijeron que me iba a hacer cargo del equipo yo ya sólo pensaba en el Albacete.

Objetivos

- ¿Es momento de ponerse objetivos?

- Claro. En la vida siempre hay que tenerlos.

- ¿Y cuáles son?

- El primero debe ser a corto plazo y ese es ganar en Soria. El se-gundo es ir día a día y quien sabe si a falta de tres jornadas estamos a seis puntos de los de arriba. Quedar entre los ocho primeros no es ninguna locura. Pero, ojo, rogando y con el mazo dando.

- Volvamos al partido. Llegan al descanso tras encajar un gol y sufrir una expulsión. ¿Qué pasa dentro? ¿Qué les dice a los jugadores?

- En los descansos hay que dar un mensaje claro y conciso. Y la consigna fue que se podía sacar adelante el partido. Sabíamos que ellos tenían que salir a ganar y nosotros tendríamos nuestras armas al contragolpe. Salimos convencido de ello.

- Un día antes del partido Fornell aseguraba que los equipos de Raúl consiguen muchos goles de estrategia. ¿Le gusta practicarla?

- Hay que valorarla en su justa medida. Me gusta trabajarla porque hay muchos partidos que se deciden a balón parado. Creo muchísima en ella. Y frente al Albacete, el penalti a Dani le precede un saque de falta.

- ¿Hay diferencia entre entrenar en Tercera a hacerlo en la LFP?

- La intensidad con la que se entrena es la misma. Además, yo cuando entreno a un equipo en el que los jugadores ya cobran algo los trato como a profesionales. Es más, ahora al estar tratando con profesionales captan mucho antes lo que les pido.

- ¿Cómo es su forma de trabajar?

- Me gusta la seriedad y el orden en los entrenamientos.

- ¿Era consciente de la tremenda responsabilidad que tenía el domingo?

- Y tanto pero es lo que he elegido al querer ser entrenador.

- ¿Para que ha servido esta victoria?

- De momento para que yo pueda seguir estando aquí. Y después pienso que con los tres puntos que conseguimos hemos alejados a muchos fantasmas que se habían instalado en el club. Fue una victoria muy sufrida pero la verdad es que yo no entiendo el cadismo sin ese factor de sufrimiento. Ahora toca disfrutarla pero a partir de mañana sólo queda trabajar.

acarbonell@lavozdigital.es