Veinte
Isabel Preysler y Miguel Boyer posan esta semana en la portada de ¿Hola! para celebrar sus veinte años de casados. ¿Veinte? ¿Pero si ella parece una jovencita de 19!, pensarán algunos. Y no se equivocan, ya que gracias o por culpa de los pinchazos del doctor Chams, de los avances en la cirugía estética, del Photoshop y, por supuesto, de una privilegiada herencia genética de componente oriental, Preysler presenta una cada vez más insondable diferencia de edad con respecto a su marido.
Actualizado: GuardarEsta semana miras esa portada y, así en un primer vistazo, no sabes si se trata de Isabel con su Miguel o de Heidi y el abuelito. Y, ojo, no es que Miguel Boyer haya envejecido más de lo que le corresponde a su edad. Él para sus casi setenta años está razonablemente bien. Lo que ocurre es que ponerse al lado de tan porcelanosa mujer le echa años encima a cualquiera. Incluidas las hijas de la propia Isabel.
Y es que Preysler, a sus 57, no es que se conserve bien, es que directamente está mucho más guapa y más tersa que cuando tenía veinte años menos, lo cual demuestra que, como ella misma dice, se casó con el hombre adecuado. Si al ministro socialista Boyer le hubieran dicho hace años que se iba a casar con una mujer más incorruptible que el brazo de Santa Teresa, habría soltado una escéptica carcajada. Pero esa portada es la prueba.